El Deportivo premió la lucha de esta niña de Cee, que siguió a pie de césped el entrenamiento del equipo y recibió lecciones de control de pelota de Lucas, su ídolo
10 dic 2015 . Actualizado a las 20:46 h.Lo explican a dos voces. Un rato Sara y otro su padre, Juan. «Me ha estado enseñando Lucas», presume la niña. «Es que ayer estaba tan emocionada que se puso a practicar en casa. Le gusta mucho pisar la pelota -prosigue el orgulloso progenitor- y en un momento se le fue el pie y...». «...Y me caí contra el sofá», completa ella.
Así que la familia aprovechó el viaje a Abegondo para que la pequeña recibiera una breve clase particular a cargo de un experto en domar el cuero. Su ídolo. El 7 blanquiazul. «Es el más simpático», sentencia la niña, resumiendo las virtudes de la estrella del Deportivo.
Un coruñés del barrio de Monelos al que reclama desde la grada toda la chavalería concentrada en la ciudad deportiva. Él se detiene paciente a firmar camisetas y balones, mientras asegura que el modelo no es él, sino Sara: «Ella es el ejemplo en el que nos tenemos que fijar todos, en su fuerza para seguir compitiendo cada día mejor».
Porque la cría de las gafas, todo sonrisas, ha superado ya retos enormes pese a su corta edad. Cuando nació, prematura, la enviaron a una incubadora del hospital Virxe da Xunqueira, en Cee. Sufrió apnea y con dos años y medio se le diagnosticó una leucomalacia periventricular (una parálisis cerebral que afecta a sus miembros inferiores). A Juan y a Martina los médicos les dijeron que su hija nunca podría caminar. Pero nadie se lo debió de explicar a Sara, así que ahí va, paso a paso. De la silla de ruedas, al andador, convertida ya en atleta fija en las carreras populares de la zona.
En Carballo compitió asistida por su padre, y seis carreras después (Cee, Noia, Muros, Corcubión y Fisterra completaron el calendario), el 22 de noviembre, ya se manejó sola en Muxía. Entonces empezó a gestarse el viaje al feudo blanquiazul.
Regalo de su padrino
La culpa fue de Lorenzo y Laura. La pareja compró una camiseta del Deportivo para la ahijada del muchacho. La segunda equipación, la de la bandera gallega. El conjunto coruñés acababa de ganar el derbi, así que Sara decidió homenajear a su equipo luciendo sus colores en carrera.
Durante la competición, José Manuel Ferreiro la retrató para La Voz, y su foto acompañó el reportaje sobre «La princesa que nunca se rinde». «Debieron verla en el Dépor porque ayer (por el lunes) nos llamaron para saber si querríamos venir a un entrenamiento del equipo -relata Martina-. Les propusimos venir hoy que no hay cole y a ellos les pareció muy bien».
Así que todos (padre, madre, Lorenzo y Laura) se plantaron a eso de las once en Abegondo, acompañando a la pequeña. El grupo al completo, como este verano, cuando Sara, con los pies atados a unos pedales, participó en el Día de la Bicicleta en Cee.
A ella le gusta el deporte: atletismo, natación, fútbol... Al Deportivo lo ve por la tele «algunas veces» y cree que a partir de ahora le pondrá aún más atención. Pocos pueden fardar de haber sido la estrella del entrenamiento de un conjunto de Primera. Jugadores y cuerpo técnico charlaron con la niña y, cuenta su madre, le pidieron «que no se rinda, que siga corriendo así». A cambio, esperan convertirla en talismán y, como explicó Lux, «dedicarle una victoria, aunque la de este fin de semana (contra el Barça) va a estar complicada». De momento, ya le han enseñado a pisar la bola sin acabar en el sofá.