El Deportivo empata ante el Almería y mejora pero continua en la uci

TORRE DE MARATHÓN

Ofreció su mejor partido, aunque le faltó el gol y la continuidad de Anquela sigue en peligro

07 oct 2019 . Actualizado a las 00:14 h.

El Deportivo continúa amarrado a posiciones de descenso tras su quinto empate en las seis últimas jornadas. Es cierto que este domingo mereció ganar a un Almería que llegaba lanzado a Riazor, pero es que ninguna de sus igualadas anteriores había sido así de generosa y voraz en el fútbol blanquiazul como el de esta noche. Bien visto, este equipo de Anquela se pareció al de Cádiz, firme y solidario como muy pocas veces esta temporada. Quizá le vayan los grandes desafíos, donde aparca temores y responsabilidades para ponerse simplemente a jugar. A jugar como estos futbolistas saben. El empate deja en el aire la continuidad de Anquela.

¡Qué poco necesita el Dépor para inflamar a su grada! Apenas 45 minutos de posesión insípida y casi sin disparos a puerta dejó a la bancada con una sonrisa en la vuelta a los vestuarios de sus futbolistas. Tras el pertinaz desierto de fútbol de las últimas jornadas, bienvenidos sean los bostezos y la falta de sustos en el área propia. Frente a un rival lanzado y con jugadores fichados a golpe de talonario en todas las líneas, los coruñeses se refugiaron en llevar la iniciativa y evitar las imprecisiones, aún a costa de que el tiempo pasase sin más noticias en Riazor que el vuelo de las gaviotas o el último sol del verano.

También hay que reconocer que el Almería no incomodó más de la cuenta. Sería los cuatro goles que venía de recibir en El Molinón, pero postergó la presión en una especie de pacto de caballeros entre un Dépor que no arriesgó ni un pase y un equipo visitante que apenas le exigió. Cierto es que la mejor ocasión del primer período cayó del lado rojiblanco. Fue un contragolpe fulgurante que pilló a los coruñeses a contrapié. Por fortuna, el claro remate de Vada desde el punto de penalti golpeó en Juan Muñoz en boca de gol y salió rechazado. Del Dépor, especialmente incisivo en las botas de Mollejo y Salva Ruiz, apenas se pueden rescatar un par de faltas directas de Aketxe y, ya en la recta final de la primera parte, un disparo mordido de Valle que René detuvo con algún aprieto.

El partido se iba a decidir en la segunda parte, pero el Deportivo ya no halló la claridad de antes. También es cierto que el Almería apretó filas y hasta a ratos quiso mandar. Nada más volver del vestuario, avisó dos veces. La primera, al contragolpe tras un error de Peru, que entregó el balón a Lazo. El exjugador del Lugo corrió hasta la frontal y se la cedió a Juan Muñoz, cuyo disparo bloqueó Aketxe y el de Appiah se perdió fuera. Y a la hora de juego, la segunda, esta por medio de un latigazo del propio Muñoz, quien dejó temblando el palo de la portería deportivista

Solo Gaku, quien se intercambió posición con Aketxe en varias fases del partido, con un buen disparo desde la frontal que se marchó cerca de la escuadra. Riazor, sabio y que veía el trabajo previo zozobrar, inflamó entonces las velas de su equipo, que al menos se sacudió los nervios. Así llegó la doble ocasión de Valle y Aketxe en el rechace de un córner botado por el japonés a un cuarto de hora del final.

La tormenta deportivista se vio atragantada por la expulsión de Montero en una agresión a un rival chivada por el VAR tras un saque de esquina en el área del Almería. Con poco más de cinco minutos por delante y en inferioridad numérica, el discutido Anquela fue valiente, pues situó a Galán como lateral derecho. Ole las narices del entrenador andaluz, que en su ultimátum no se conformó con el eventual empate. Fue a por la victoria. La tuvo Aketxe en una falta de las suyas que botó justo delante de René, pero también Coric con un disparo que se perdió lamiendo el palo.