Gestos necesarios para salvar al Deportivo de la desaparición

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MIGUEZ

14 dic 2019 . Actualizado a las 13:07 h.

El reloj corre en contra del Deportivo. Si el cambio no es radical en los próximos partidos, se le puede dar por prácticamente descendido. Si se mantiene con vida, las decisiones deben tomarse con agilidad y responsabilidad. Pero, como premisa previa a cualquier operación para salvar al Dépor de la caída a Segunda B, el nuevo presidente necesita que se inyecte dinero en el proyecto, porque el fútbol actual ya no se mueve por las lógicas de trileros y el «ya te pagaré otro día». Por eso Lendoiro quedará fuera de cualquier alternativa creíble para relevar a Paco Zas. Si la viabilidad del club no fuese algo muy serio, resultaría gracioso que alguien pensase siquiera en el presidente que lo hundió para alguna función en la etapa que debe evitar una próxima desaparición del equipo.

Fernando Vidal va dando pasos para formar ese proyecto que, si encuentra generosidad en algunos actores decisivos, pueda incluso encarrilar operaciones clave para el club antes de la junta que elegirá el sucesor de Zas el 14 de enero. Sin atropellar las garantías del deportivismo, pero anticipando decisiones que puedan evitar la desaparición del club.

Tino Fernández, que ya heredó el Deportivo en la agónica situación en la que lo dejó Lendoiro en el 2014, encontró luego en Abanca el salvador del club con el crédito concedido en el verano del 2017. Sus errores en la parcela deportiva le hicieron abandonar, pero ahora tiene la oportunidad de facilitar un relevo ágil y eficaz en el consejo de administración. Tendría todo el derecho a utilizar sus acciones, como hizo en mayo a favor de Zas, pero su abstención ante la presencia de un único proyecto serio para la presidencia supondría lo mejor para el Deportivo.

El club sigue pagando algunos salarios escandalosos incluso después del fallido play off de la primavera pasada. En verano se puso el foco en la búsqueda de una salida a cuatro futbolistas que, en total, cobraban más de tres millones de euros. Pero entre los fichajes fallidos de Carmelo del Pozo el último verano se incluye un delantero que cobra unos 700.000. Un despropósito que complica la solución, urgente, que necesita el Deportivo.