Pocas veces resulta tan sencillo como hoy explicar a alguien qué diferencia existe entre un equipo de fútbol y una banda. La respuesta es simple: Compostela y Deportivo.
Con dúas palliñas, Yago Iglesias ha conseguido conjuntar un equipo que da gusto verlo jugar. Unas veces con mayor vocación ofensiva, otras con un buen repliegue. Pero suele tener en el campo once futbolistas que saben perfectamente lo que deben hacer y lo ejecutan. En esta ocasión, tenía muy estudiado a un Dépor que no quería que llevara la iniciativa del partido. Lo explicó a sus futbolistas y estos lo realizaron perfectamente. El resultado: una victoria más que merecida y un baño a su vecino provincial.
Mucho más potencial tiene a su disposición Rubén de la Barrera. Al menos, sobre el papel, porque según pasan las semanas ya cuesta hasta creer que estos jugadores son algo más que nombres y currículos a sus espaldas.
Si los 20 primeros minutos de Salamanca hacían ser optimistas, los blanquiazules han tardado solo una semana en dar un nuevo paso al frente en esa caída hacia el abismo que iniciaron hace más de un mes. Lo visto en Riazor es un retroceso a nivel de confianza, pero hay que saber a quién se fichó para reconducir la situación. De la Barrera no es el típico entrenador salvavidas que llega, modifica cuatro cosas, introduce dos conceptos sencillos y logra un cambio visible inmediato. Su método es más diésel. Necesita tiempo para que se vea el producto. Pero en este Dépor tiene que darle un curso exprés a sus jugadores para que asimilen un cambio que en esta ocasión ni se ha podido intuir.
Yago Iglesias, el triunfador de la tarde, lo dijo en la sala de prensa. Lo que quiere conseguir el entrenador del Dépor no se logra de la noche a la mañana. Necesita trabajarlo mucho y él está convencido de que lo logrará.
El joven entrenador coruñés está viviendo el sueño que llevaba tiempo persiguiendo. Está en el Dépor porque el club ha apostado por él. Con sus virtudes y sus defectos. Unas cualidades a las que no puede renunciar ahora. Lo que le ha hecho llegar hasta aquí es lo que tiene que hacerle triunfar. Y si no lo consigue, que no sea porque renunció a ser él mismo. Tiene poco tiempo y debe aprovecharlo. Caiga quien caiga. El ascenso solo llegará si consigue transformar la banda que parece tener en un equipo serio. Como el Compos.