La continuidad de Borja Jiménez continúa sin aclararse en el Deportivo, donde faltan por decidir las líneas maestras del nuevo proyecto por el ascenso
15 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Deportivo urge soluciones. Al término de la final por el ascenso, con la amargura de la debacle aún helando Riazor, el presidente Antonio Couceiro anunció que el lunes comenzarían los preparativos para un nuevo asalto a Segunda División. El tiempo vuela y, a los quince días de desventaja con que el equipo coruñés parte respecto a sus rivales al haber terminado la liga más tarde, se añade la preocupación por cómo se planteará la próxima temporada.
Las dudas acerca del trabajo del entrenador
El primer señalado por el fiasco es Borja Jiménez. El club tiene el presupuesto global más alto de la categoría y le dio plenos poderes en la parcela deportiva, pues dispuso de sus propios colaboradores a su alrededor, al tiempo que emprendió una profunda transformación de la plantilla con nada menos que 15 fichajes en verano, a los que se añadió otro más en enero (Álvaro Rey) y aún en abril llegó Antoñito. Sin embargo, el juego del Deportivo nunca enamoró, solo la superioridad en las dos áreas engordó de puntos el casillero, su progresión no fue lineal, sino que atravesó un profundo bache en febrero y marzo, y los mismos defectos futbolísticos que planteaban dudas entonces (defensa de los centros laterales, confianza en un núcleo cerrado de futbolistas, ritmo alto con y sin balón) se tornaron letales en junio.
Jugadores muy por debajo de su caché y su rendimiento
La debacle contra el Albacete desnudó la peor cara de un grupo de futbolistas que protagonizó muy pocas alegrías en los momentos decisivos. Muchos fueron incorporados como la flor y nata de la categoría, pero a la hora de la verdad no plasmaron la fama que les precedía. Futbolistas como Menudo (primer fichaje del pasado verano, pero que salió por la puerta de atrás a finales de abril), Trigueros, Álvaro Rey (incorporado en enero), Calavera, Doncel y De Vicente no han dejado recuerdo alguno de su paso por A Coruña. Estos dos últimos cuentan con contrato, aunque la continuidad de De Vicente depende de variables que no han trascendido. En total, siete de la actual plantilla están vinculados para el próximo curso.
Entre estos no se encuentran los dos jugadores cedidos por el Atlético de Madrid, Calavera y Soriano, de los que solo en el caso del primero el Deportivo contaba con opciones futuras, pero cuya escasa participación lo descarta del nuevo proyecto. Hace dos cursos, en la temporada del descenso a Segunda B, el Atlético también tenía otros dos jugadores en préstamo en A Coruña, Montero y Mollejo.
Sin explicaciones
El club sigue sin contar con un portavoz institucional. Tras la esperada reunión del pasado lunes, anunciada tras la derrota del domingo, nadie ha vuelto a comparecer para dar explicaciones ni anunciar las medidas que se tomaron.
Los 27.000 de la final de Riazor siguen a la expectativa
El masivo apoyo de la hinchada del Deportivo en esta promoción, que pobló con más de 27.000 aficionados las gradas de Riazor en la final y provocó la envidia de todo el fútbol español, fue decisivo para que el equipo llegase a solo siete minutos de la conclusión del play off con posibilidades de ascenso. «Humildemente pedirles que no dejen caer el Dépor», afirmó Álex Bergantiños tras el partido. Cuatro días después del fiasco ante el Albacete, la afición todavía espera por explicaciones y medidas concretas.