Mauro Silva y Bebeto rinden un emotivo homenaje a Arsenio Iglesias

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

Los dos mitos del Deportivo, acompañados por Donato, realizaron una ofrenda floral y no pudieron contener las lágrimas

05 ago 2023 . Actualizado a las 16:42 h.

«Con los años, uno se hace más sensible, y seguro que me voy a emocionar al volver a Riazor que tanto me ha dado», adelantó Bebeto en su reciente entrevista a La Voz. Sin embargo, el delantero dejó caer lágrimas por sus mejillas mucho antes de pisar el césped del municipal.

Bebeto y Mauro Silva , que no habían tenido la oportunidad de despedirse de Arsenio Iglesias en directo, realizaron esta mañana una ofrenda floral ante el busto del histórico técnico del Deportivo. Acompañados por Donato, los tres brasileños depositaron una corona de flores a los pies de la estatua, situada en las proximidades de la playa y del estadio de Riazor.

Los dos exjugadores, que acudieron a A Coruña con motivo del homenaje que recibirán esta tarde en el Teresa Herrera, se fundieron en un emotivo abrazo. E, incluso, no pudieron contener las lágrimas al acordarse de una figura que para ellos fue como un padre y con la que hicieron historia en el Superdépor.

«Mucho de lo que he sido capaz de hacer en A Coruña fue porque al principio encontré a una persona que me apoyó durante todo el tiempo. Y ese fue él. Me dio las orientaciones para poder triunfar y estar feliz en la ciudad y en el club. En todas mis visitas quise estar con él y darle un abrazo. No podía ir a A Coruña y no ver a Arsenio», comentó Mauro Silva en una entrevista a La Voz.

Ayer, una vez completada la agenda, los dos exjugadores brasileños se reunieron con sus amigos, entre los que estaban Fran y Manjarín. Estos, con la complicidad de Denise, les prepararon una sorpresa. Propiciaron una visita con Carmen, viuda de Arsenio Iglesias.

CESAR QUIAN

Los dos astros brasileños se emocionaron e, incluso, Bebeto comenzó a llorar. «¡Cuánto nos ayudó su marido! Le estaremos eternamente agradecidos. Si no fuera por él, el sueño que vivimos aquí no habría sido posible», le dijeron. Junto a Carmen, a la que honraron con un ramo de flores, estaba su hijo Pablo y sus nietos Pedro y Ana.