![David Mella golpea el balón durante el partido contra el Lugo](https://img.lavdg.com/sc/X8qzCed0aDasm9bORqhkm5DL_ds=/480x/2023/09/03/00121693696622317399923/Foto/i03s3001.jpg)
Los chavales del Dépor se turnaron para desarbolar al Lugo desde el costado izquierdo, donde uno impuso su desborde y el otro resultó imparable a campo abierto
03 sep 2023 . Actualizado a las 02:25 h.«Aún no ha hecho nada». No hay vara de medir más afilada que la de un padre, y cuando a Gonzalo le pedían participar en algún reportaje sobre su hijo siempre invitaba a esperar. Superó el chaval la edad cadete y pasó de largo hasta el Fabril, asomándose a los juveniles apenas para reforzar el arsenal de la Youth League. Ni así había manera de escuchar hablar de David. Solo cuando el crío se vistió de corto para recibir al Algeciras, pocos días antes de cumplir los 18, bajó la guardia su progenitor. Compartió entonces la fórmula de la endiablada velocidad de Mella, heredada de ella y no de él. Porque si Gonzalo fue futbolista y sirvió al Dépor antes que su retoño, la rápida en casa era Chus Boullón; su mujer. Profesional del baloncesto que aportó el gen dominante en ese tren que se comió la hierba del Ángel Carro para dejar atrás a Gorka Pérez, camino al gol.
Primero en una cuenta que se adivina extensa, porque lo mejor de David aún está por venir. Superada la pubalgia que le saboteó durante media campaña y consolidada a largo plazo su relación con el club (firmó hasta 2026), apenas se adivinan impedimentos para que acabe tomando el carril izquierdo del conjunto coruñés. Si acaso, la resistencia de su predecesor.
Porque en Lugo quedó claro qué esquina esconde el filón blanquiazul. Un zurdo y un diestro pulidos en Abegondo le han negado el paso a los últimos en llegar. Davo, el fichaje más sonado para el frente de ataque, ha tenido que buscar alojamiento cruzando de carril. Aquel que prefiere es ahora de Yeremay. El canario empezó por hacerse con el 10 y ahora no hay quién le baje el guapo. Ni a patadas, como Sabit. Al centrocampista ghanés no le sentaron bien los quiebros del pibe y hacia el final del primer tiempo le dejó un recado (y la huella de un taco) por detrás.
![](https://img.lavdg.com/sc/ml-hTu8MLXEbvG-tPIV_ZW3ZW5Y=/x75/2023/09/02/00121693686121494180866/Foto/i02s3163.jpg)
Para entonces, el agitador del Deportivo había engrosado un repertorio que abrió regalando un pase picado desde la medular que Barbero no redondeó. A los cinco minutos se gustó con un quiebro a Torrado, pegado a la cal; siguiendo esa línea sobre la que le gusta bailar. Y cuando se acaba, apura la de fondo, aventurándose, uno contra dos, en disputas en las que el adversario siempre parte en inferioridad.
Es tal la superioridad que el contrario festeja cada ocasión en que lo consigue frenar. El hombre frente a un tornado que esta vez llegó a lanzarse en plancha en su afán de marcar. Lo impidió primero Lucas Díaz y más tarde las molestias producto de aquel golpe de Sabit.
Forzado a retirarse cojeando para alivio de una zaga lucense que no midió el efecto del cambio. Sobre el césped castigado durante una hora por el talento de Yeremay aún habría de pasar un ciclón. Se abrió la puerta, entró David.
![](https://img.lavdg.com/sc/5vQBLtIPxfTc2WfYgJddZTboCdk=/x75/2023/09/02/00121693689421648566867/Foto/i02s3170.jpg)
Aún con el 27 que lo delata como fabrilista, Mella pasó diez minutos a la espera de la ocasión. La encontró tras un robo en campo propio, con Torrado fuera de sitio y Diego Villares en la intercepción. Intervino Hugo Rama, que quiso dejar su sello el primer día, y apareció Lucas Pérez; otra vez. El de Monelos se declaró estos días feliz entre los muchachos, que le hacen rejuvenecer. Ha recuperado incluso la vista. De reojo, percibió un movimiento en la hierba y asistió a la exhalación. Medio campo aún por delante. Solo podía ser gol.