La travesía de Abanca hacia la refundación del Deportivo que acabó llevándolo al éxito

TORRE DE MARATHÓN

Escotet junto a Ines Rey en el palco de Riazor, en la celebración del ascenso a la Liga F del Dépor Abanca
Escotet junto a Ines Rey en el palco de Riazor, en la celebración del ascenso a la Liga F del Dépor Abanca ANGEL MANSO

Tras el golpe de la pasada temporada, Juan Carlos Escotet pilotó una transformación en su estructura interna, renovó sus cargos y encontró el rumbo hacia el fútbol profesional

12 may 2024 . Actualizado a las 21:21 h.

El ascenso premia la valentía y el espíritu de superación de un Deportivo que nunca se rindió. También en el apartado de su organigrama interno. El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, se inclinó el pasado verano por una compleja refundación. Renovarlo todo: consejo de administración nuevo, dirección deportiva nueva, directores de área nuevos y entrenador nuevo. Empezar casi desde cero para cambiar la suerte de un club que parecía estar sufriendo una maldición.

El máximo accionista ya había levantado la mano en el 2020 para salvar una entidad que, con una importantísima deuda a las espaldas y condenada al descenso a la tercera categoría, estaba abocada a la desaparición. «Se implicaron entonces y su compromiso permanece intacto: siguen asumiendo la responsabilidad de llevar al Dépor a la élite», afirmó el pasado verano Álvaro García Diéguez en su primera comparecencia pública como presidente del Deportivo.

El dirigente anunció entonces un ambicioso plan estratégico con la finalidad de que el club finalizase el concurso de acreedores y abordase su futuro «con un inmejorable entorno económico-financiero», añadió. Casi un año después, siguiendo el rumbo fijado por Escotet, puede presumir de haber devuelto al Deportivo a un porvenir mucho mejor que el que él mismo asumió repleto de ilusión. La travesía ha resultado muy compleja. La zozobra deportiva lo persiguió durante buena parte de una temporada que ha acabado de modo feliz, pero en la que el sufrimiento ha permanecido siempre presente.

Consejo y banquillo

La refundación esperada por el deportivismo comenzó hace casi un año, en unos meses de junio y julio auténticamente frenéticos. El 11 de junio del 2023, la eliminación del equipo coruñés en la fase de ascenso y su consiguiente condena a jugar por cuarta temporada consecutiva en la tercera categoría desataron una serie de movimientos que desembocaron en una nueva estructura deportiva y profesional del club. La primera pieza en relevarse fue la anterior secretaría técnica, a la que siguieron solo tres días después el consejo de administración en pleno y el entrenador del primer equipo, Rubén de la Barrera, que cerró así su segunda etapa en Riazor.

Renuncia de Couceiro

Hacía menos de dos años y medio, Antonio Couceiro había sido nombrado presidente del Deportivo, con Eduardo Blanco, Carlos Cantó, Emma Lustres y David Villasuso como consejeros. En esta primera junta no había ningún integrante con experiencia en el deporte de alta competición, algo que sí había aportado desde el mes de noviembre Miguel Juane, exbaloncestista profesional, además de experto en derecho deportivo, cuando relevó a Blanco, que pasó a centrar su trabajo en la Fundación del Real Club Deportivo. La renuncia de Couceiro y sus consejeros pretendía, según explicaron, «favorecer el proceso de reestructuración del club de cara a la nueva temporada».

El 16 de junio, Abanca emitía un comunicado en que ejercía el compromiso de su presidente de descartar cualquier operación de venta de la entidad, «por muchos interesados que pueda haber, dentro de la hoja de ruta para esta centenaria entidad». Solo unas horas después, Fernando Soriano era nombrado director deportivo y, a continuación, Juanjo Expósito se incorporaba como su mano derecha y jefe de ojeadores.

Diez días después, Álex Bergantiños colgaba de forma oficial las botas convertido en leyenda blanquiazul y tanto él como Carlos Ballesta, exfutbolista del equipo y carismático ayudante de Arsenio, pasaban a formar parte del nuevo consejo de administración. En esa idea de la refundación del club no era casual que los dos primeros nombres que se hicieron públicos para formar el nuevo consejo fuesen de un perfil futbolístico, algo de lo que había adolecido la entidad.

Benassi, al mando

Desde el 1 de julio, Massimo Benassi dejó de dirigir el desarrollo de negocio del Deportivo para asumir su dirección general. Fue el mismo día que Imanol Idiakez se convertía en el sexto entrenador del equipo blanquiazul en la tercera categoría. Al día siguiente, se conocía que Álvaro García Diéguez, David Villasuso, Michelle Clemente Escotet y Vicente Fernández, así como los ya citados Álex Bergantiños y Carlos Ballesta, integran el nuevo consejo.

El Deportivo anunció el 25 de septiembre pasado un nuevo movimiento en la profunda transformación de su estructura interna, pues David Villasuso, que llevaba tres temporadas en distintas responsabilidades del club, donde fue director general, consejero y secretario del consejo de administración, abandonaba la entidad para retomar su actividad profesional en Abanca.

Nuevas áreas

Su salida supuso la incorporación de Paulo Dinis de Brito Gomes, experto en economía, finanzas y gestión deportiva, como nuevo responsable de planificación, administración y finanzas del club. El ejecutivo se integró en el grupo de trabajo que dirige Benassi. A él también había llegado en el mes de agosto el suizo Jan Wappler como director corporativo. Bajo su responsabilidad directa se encuentran las áreas de comunicación (Mercedes Cernadas), protocolo (Gonzalo Giménez), márketing (Borja Calvo), comercial (Santiago Vázquez y Belén Muñoz) y la oficina de atención al deportivista (Alejandro Vidal). Por su parte, Iván Santos pasó a compaginar la dirección de seguridad con la de operaciones.

El último nombre en incorporarse a la estructura deportivista ha sido el de Eduardo Cortizo, que en la junta de accionistas del pasado 19 de diciembre ejerció como secretario general de un club al que por entonces nadie daba un duro por el ascenso, pero que cinco meses después puede presumir de una refundación con final feliz.

Cambios en la dirección del equipo femenino, el fútbol formativo y los servicios médicos

Los movimientos en la estructura del club no solo afectaron a aquellas áreas más ligadas al primer equipo, sino también a otras transversales, como la ciudad deportiva de Abegondo y los servicios médicos, así como la máxima responsabilidad del equipo femenino y su filial.

Pocos días antes de que finalizase el mes de junio del 2023, el Deportivo devolvía a Albert Gil a la dirección de fútbol formativo y, de paso, no renovaba el contrato de Fran como máximo responsable de la cantera. «Han sido tres años de mucho trabajo. De horas robadas al sueño y a la familia. De preocupaciones. De estrés. Pero también han sido tres años de disfrute. De ver crecer a niños. De ver cómo Abegondo ejercía de esa familia que toda cantera debe ser. De empaparme de fútbol base. De aprender. De soñar con un Dépor más nuestro», se despedía en una emotiva carta el histórico capitán.

Gil reasumía un cargo para el que ya había sido nombrado en el 2014, cuando firmó su primer contrato con el Deportivo. En aquel período la entidad modernizó sus categorías inferiores y llevó a cabo la mayoría de acciones que ahora son fundamentales para que los canteranos lleguen mejor preparados: impulsó innumerables campus por toda Galicia, creó la escuela del Deportivo en Alvedro, fomentó la participación de la cantera en infinidad de torneos nacionales e internaciones, y firmó el convenio con el San Tirso. También contribuyó en la mejora de las condiciones de los chicos que se alojan en la residencia del club, vital a la hora de captar talento de fuera de A Coruña.

En la dirección del equipo femenino, Kevin Cabado relevó a Rocío Candal como responsable. Aquel había llegado al conjunto blanquiazul para compaginar el banquillo del filial femenino con su cargo de coordinador de fútbol base del Orzán, con el que el Deportivo mantiene un convenio de filialidad. El feliz ascenso a la Liga F y las numerosas internacionales en las categorías de base de la selección hablan de su éxito.

La reestructuración también tocó los servicios médicos, donde Carlos Lariño y el Deportivo separaron sus caminos tras 17 años de vinculación. El nuevo responsable, Alejandro Mejuto, ha reactivado el servicio de atención al rendimiento del futbolista, donde se integran las áreas de nutrición, fisioterapia, podología y readaptación física, así como la de psicología y desarrollo personal, a la que llegó Joaquín Sorribas.