El Oviedo anotó en una falta, mientras que el Sabadell y el Arenteiro habían conseguido empatar ante el Dépor en tres saques de esquina
19 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Hemos concedido un gol que no debemos conceder, un gol que es un error por ser blandos en un balón parado que tampoco era un grandísimo balón parado. Y los errores en esta categoría se pagan. Hemos cometido uno y nos lo han hecho pagar». Reestreno en falso del Deportivo en Segunda, producto de un único tanto encajado a los cinco minutos de volver.
Lo radiografió Imanol Idiakez en sala de prensa, aludiendo a la manera en que consiguió el Oviedo llevar al área el balón. Fue un lanzamiento de falta escorado, a muchos metros de la zona de remate, que botó Paulino y cazó Alberto del Moral. De por medio, el error de marca de José Ángel, cediendo el espacio a su espalda, sin que Ximo Navarro, que partía con otra marca, pudiese llegar a tapar. Fallo importante de una defensa que partía en superioridad: cuatro futbolista buscando el remate, seis intentando despejar. Tres puntos que volaban de Riazor por la misma vía de agua que los otros cuatro cedidos por el Dépor este año como local.
En marzo, cuando los coruñeses habían enderezado el rumbo, el Sabadell dirigido por Óscar Cano rascó un empate después de que Pau Resta despistase a Barbero y consiguiera cabecear un córner en el área pequeña.
A finales de abril, aún sin el ascenso consumado, el Arenteiro castigó en un par de saques de esquina para acabar firmando un 2-2. Primero peinó mal Raúl Alcaina, haciendo inútil la salida de Germán Parreño; después fue un barullo que nadie solventó con la contundencia necesaria.
Distintas pifias con penalización para un conjunto blanquiazul que durante buena parte de la pasada campaña sacó grandes réditos de la estrategia. Una suerte a explotar de nuevo en el fútbol profesional.