Nova Olimpia, 34 años y 113 días después

VIGO

La decana de las discotecas de Vigo echó ayer el cerrojo

25 jul 2008 . Actualizado a las 03:40 h.

Se acabó definitivamente. 34 años y 113 días después de aquel 5 de mayo de 1973, Nova Olimpia echó ayer el cerrojo por imperativo legal. Era el último escollo que impedía a Caixa Galicia iniciar la rehabilitación del edificio del Fraga para convertirlo en su centro cultural de referencia en la ciudad.

La decana de las discotecas de Vigo llevaba una semana despidiéndose de su veterana clientela. Decidieron que la mejor manera de hacerlo era suprimir la taquilla y abrir las puertas de par. Y eso hicieron. Alejandro Fernández Figueroa, su propietario, intentó por todos los medios que Georgie Dann se encargara de bajar el telón, pero ya no tenía hueco en la agenda.

Tanto interés porque actuará el rey de la canción del verano se debía a que fue él el que, de rebote, inauguró la sala. Tenía que haberlo hecho Nino Bravo, pero un accidente acabó con su vida tres semanas antes, lo que obligó a buscar con urgencia un sustituto.

Los clientes que ayer llenaban la sala no disimulaban su disgusto, conscientes de que no hay otro local en Vigo de sus características, ya que de jueves a lunes mueven el esqueleto (lo movían hasta ayer) miles de personas que, cuando menos, han rebasado los cuarenta. Fernández Figueroa explicaba en una reciente entrevista a La Voz que, en cierta forma, Nova Olimpia era una obra social, ya que mientras los locales pensados para jóvenes menudean es difícil que personas de 50, 60 ó 70 años encuentren un lugar de ocio de estas características.

Tal vez por eso ha decidido no tirar la toalla y buscar otros posibles emplazamientos. Reconoce que en el extrarradio sería fácil encontrar alguno e incluso levantar una nave al efecto, pero su intención es no alejarse mucho del centro. Y eso ya es más difícil. Ha iniciado conversaciones con los propietarios del edificio Bandeira, pendiente de un proyecto más ambicioso.

Tom Jones, el más caro

Por el escenario de la emblemática sala, de la que dicen tiene una de las mejores acústicas, han pasado a lo largo de estos 34 años las figuras más cotizadas de la canción, desde Miguel Bosé a Massiel y de Antonio Machín a Cecilia, que precisamente falleció cuando regresaba a Madrid después de una actuación en Vigo. Muchos de ellos lograron el lleno que no obtuvo Tom Jones, aunque el galés si cobró el caché más alto de todos, 1.800.000 pesetas de la época.

Nova Olimpia, discoteca de referencia en sus años dorados, fue reconvirtiéndose con el paso del tiempo hasta que ayer colgó el cartel de «hasta siempre».