La versatil intérprete de cine, teatro y doblaje presenta en Vigo la semana próxima el recital musical «De Mahagonny a Youkali»
29 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Vicky Peña (Barcelona, 1954) es una actriz de formación multidisciplinar que lo mismo se sube a un escenario que se pone detrás de las cámaras o le pone voz a estrellas internacionales de la pantalla. Fue Carmen Polo de Franco en Dragón Rapide . Fue la taxista que conducía en zapatillas de casa en Piedras , fue la voz de Drew Barrymore en E.T. o la de Jennifer Tilly en Balas sobre Broadway , y ha encarnado a decenas de mujeres en teatro. Por su último papel en este apartado (la obra En casa / Kabul ), acaba de ganar el tercer premio Max de su carrera en la categoría de Mejor actriz protagonista, en la que competía con Blanca Portillo y Belén Rueda. Aunque insiste en que no es una cantante, sino una actriz que canta, lo ha hecho en numerosas ocasiones, pero nunca con tanta fidelidad como con Kurt Weill. Lleva ocho años desempolvando cada vez que tiene oportunidad el espectáculo con el que rinde homenaje a este compositor: De Mahagonny a Youkali , con el que estará el próximo viernes, 4, en el teatro del Centro Cultural Caixanova.
-Qué es exactamente este espectáculo, porque ni es estrictamente un musical ni un concierto, ¿no?
-Es un recital, pero como documental, que dicho así suena un poco soso. Lo hice en el año 2000, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Kurt Weill, porque el director del Festival Grec de Barcelona ofrecía a algunos intérpretes hacer «una noche a su aire», con este autor como protagonista y presentamos este espectáculo. A mí me gusta muchísimo Weill desde que en 1984 interpreté La ópera de perra gorda a las órdenes de Mario Gas. Además había leído la biografía de su compañera, Lotte Lenya, y me había emocionado mucho su periplo vital y artístico.
-¿Y ahora ha cambiado?
-Básicamente, no. Jordi Camell, que es el pianista, y yo, vamos haciendo un recorrido sentimental, histórico, personal... Esbozamos un pequeño perfil, humano y artístico. Interpreto catorce canciones que corresponden a sus etapas más llamativas (su vida en Alemania, su primer exilio en Francia y el exilio final en Estados Unidos). Entonces, compaginando la música con su perfil biográfico, voy haciendo un recorrido sentimental por su carrera, lo que me permite -porque yo no soy una cantante, sino una actriz que canta- echarle mucha pasión de intérprete a lo que no llego como intérprete lírica, porque todas sus canciones cuentan historias de perfiles dramáticos muy ricos. Me da mucha cancha como actriz.
-¿A pesar de no interpretar ningún papel?
-Los interpreto todos. En cada canción me meto en un personaje. Asumo el papel arrastrado y sucio de Bilbao o el narrador de La balada de Makinavaja ...
-Pero sin maquillaje...
-Exacto. Sin maquillaje. En traje de faena, que digo yo, pantalón negro y camisa blanca, un taburete, un pianista y yo, solitos.
-¿Se podría comparar en algo a lo que ha hecho Ute Lemper con el mismo autor?
-Ella ha hecho un repaso magistral a la música de Kurt Weill. Nunca osaría compararme con ella ni con su espectáculo. El mío es mucho más sobrio, pero espero que desde mi intensidad pueda ofrecer la esencia de lo que a mí me ofrece Kurt Weill, que me hace vibrar muchísimo. En los casi ocho años que llevo haciendo el recital los resultados han sido espléndidos.
-¿Así que cada vez que puede saca a Kurt Weill del baúl?
-Sí. Lo tengo en el baúl, lo llevo siempre conmigo y cuando puedo, aprovechando los períodos en los que no estoy haciendo obras de teatro, que te atan mucho, lo saco, aunque ahora preparo otra que empezamos en mayo: Después de mí, el diluvio .
-Aunque no se considere cantante, en España hay muy pocas actrices que canten, o que canten bien...
-Bueno, claro que canto, pero no soy una intérprete que basa su expresividad en la técnica vocal. Yo tengo mi técnica, he estudiado canto, he cantado mucho y he trabajado en varias obras musicales con partituras bastante complicadas desde mediados de los 80: Golfus de Roma , Sweeney Todd , Guys and dolls , Little night music ... Tengo una tesitura vocal algo rara. Igual que como actriz me dan papeles muy característicos porque tengo un perfil dramático un tanto extraño, lo vocal se corresponde con esa peculiaridad.
-De todo lo que hace: cine, doblaje, teatro dramático, teatro musical... ¿Qué es lo que más le satisface y lo que más cuesta hacer?
-Lo que más me place y me complace es el teatro, y lo que más me preocupa es el teatro musical. Aunque me gusta todo. El doblaje, por una parte, te exige tener una técnica muy complicada y humildad, ponerte al servicio de la actriz que ya ha hecho su trabajo. No puedes imponer tu tono. Somos unos canallas impostores que le quitamos la voz a un actor para que nuestros compatriotas lo entiendan porque no quieren leer subtítulos. Pero ahora hago muy poco doblaje, y no me gusta mucho cómo se hace últimamente, como churros. Me duele porque me gustan las interpretaciones curradas.
-¿Hay alguna actriz que siempre doble usted?
-No. Hice varias veces a Mira Sorvino; y a Jennifer Tilly en Balas sobre Broadway y en La novia de Chucky , pero cuando hacen de normales, llaman a otras actrices para doblarlas. ¡Como si yo no pudiera hablar normal también! Bueno, son cosas que pasan. Me buscan para papeles extremos. Tengo facilidad para hacer voces raras, o acentos extranjeros.
-Ha trabajado en muchas ocasiones con Mario Gas, que fue su pareja ¿Eso complica las cosas?
-Hace mucho que no vivimos juntos, pero tenemos dos hijos y nos queremos mucho. Trabajar con alguien que te conoce bien simplifica mucho las cosas.