La política deportiva de esta temporada no ha sido positiva, pero si se compara la confección de plantilla actual con la de hace tres temporada, cuando el Celta afrontó una temporada en Segunda en una situación muy parecida a la de este año y al final consiguió el objetivo de regresar a Primera, el proyecto de Carlos Mouriño y Ramón Martínez sale muy mal parado.
Mismo número de bajas
Tras el descenso en el 2004 se produjeron trece bajas en la plantilla, las mismas que esta temporada.
Además muchas ellas se produjeron ya avanzado el mes de agosto (Edú, Juanfran, Jesuli, Velasco), lo que había obligado al club vigués a realizar la mayoría de sus fichajes la última semana del plazo.
No sirve por tanto la excusa que ha puesto Mouriño recientemente: «Ramón Martínez ha tenido que configurar la plantilla con muy poco tiempo debido a las bajas de última hora», argumentó el presidente en defensa de su director deportivo.
El Celta había realizado menos incorporaciones, pero dieron mejor resultado. Habían llegado siete futbolistas en verano: Canobbio, Capucho, Sánchez, Nagore, Sava, Vryzas y Orlando Quintana. El portugués Capucho fue el único que no salió muy bien y el meta Quintana no disputó más que un par de encuentros.
Los demás aportaron mucho, e incluso uno de ellos, Canobbio, había sido una de las claves del ascenso.
Posteriormente llegaría en enero Perera, que fue otro de los artífices para conseguir el objetivos.
Precisamente en la aportación ofensiva está la gran diferencia entre los fichajes de hace tres años a los de este. Habían sumado más del doble de goles. Entre los catorce futbolistas que han llegado en la presente campaña no han sumado más que 17 tantos. Los del anterior ascenso sumaron 36 dianas.
Era un perfil de jugadores más experimentados y con experiencia en la categoría en algunas casos, mientras que esta temporada se ha apostado por la juventud.
Y eso que también la columna vertebral de hace tres temporadas estaba formada por futbolistas que seguían después del descenso, como Pinto, Sergio Fernández, Contreras, Ángel, Gustavo López y Jandro.
Más canteranos
Otra diferencia estriba en que aquel año en Segunda hubo más presencia de canteranos con Israel, Oubiña y Jonathan Aspas que se convirtieron en titulares habituales.