Para todos los gustos, podría ser el resumen del programa de conciertos de la Semana Grande de las Fiestas de Vigo. Desde Carlos Baute a Melendi, o desde Fuxan os Ventos a Leonard Cohen, los diferentes estilos musicales se conjugaron en las fiestas programadas por el Concello de Vigo, desde el 3 de agosto hasta el pasado día 14.
Otra conclusión que puede sacarse de lo visto en estos días es que el auditorio de Castrelos es el lugar ideal para los grandes conciertos. En este aspecto, hay que recordar que parte del programa, el coincidente con los conciertos de pago desarrollados en el Muelle de Trasatlánticos, fue pagado, casi en su totalidad, por diferentes promotores musicales, que arriesgaron su dinero a la espera de que la ciudadanía respondiese a su propuesta. En este sentido, hay que recordar el pinchazo económico, que no musical, sufrido por Juan Perro, al que asistieron menos de dos mil personas. O la escasa afluencia que obtuvo la triple propuesta liderada por Coti.
Carlos Baute y Melendi, que reunieron a unas cinco mil personas, respectivamente, también notaron esta circunstancia, a tenor del gran número de personas que siguieron sus conciertos desde fuera del recinto de pago. Los vigueses no están acostumbrados a pagar por ver conciertos, aunque estos sean a precios tan bajos como los 18 euros.
Una de las pruebas de este hecho fue el concierto de final de fiesta de O Marisquiño. La Mala Rodríguez consiguió un gran lleno, en un concierto gratuito celebrado en el muelle. Así que, se confirma una vez más. En el auditorio de Castrelos se pueden congregar fácilmente alrededor de las diez mil personas, mientras que un mismo concierto, se reduce a la mitad, o mucho menos, si se le pone una entrada, por pequeña que sea, y se traslada al escenario del Muelle de Trasatlánticos.
Leonard Cohen
Si Leonard Cohen fue el gran triunfador de los festejos, no solo por el número de personas que atrajo, sino por el alto nivel musical que presentó su concierto, tampoco hay que olvidar el tirón de Fuxan os Ventos que, sin presentar la formación original y tras muchos años de retiro, concitaron el interés de un gran número de espectadores.
Un parte médico fue la excusa presentada por los promotores del concierto de Los Secretos para suspender su cita. Este era el concierto más caro de todas las fiestas, 20 o 23 euros, según se comprase la entrada en venta anticipada o en la taquilla del muelle.
El aspecto más negativo de la programación ha sido ver sillas libres en el concierto de Cohen, circunstancia imputable al propio Concello, que solo quiso sacar a la venta 1.700 localidades, pero que después emitió una cantidad no publicada de invitaciones. Si no espectacular, quizá por la crisis, la programación sí que estuvo diseñada para atender a todos los públicos.