Heridas y heridos políticos

VIGO

Las tres formaciones mayoritarias hacen frente a fuegos internos que denotan la cercanía de la campaña de las municipales

22 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No hay disparos más dañinos que los procedentes de las filas propias. Por imprevistos, generan desconfianza, debilidad interna y evidencian desestructuración ante el enemigo. Y si los tiros se producen en el campo de la política, además, casi siempre acaban por sacar a la luz la lucha por el poder.

Así se ha entendido por ejemplo en el BNG. Integrantes del Consello Nacional de la formación frentista criticaban, interpretaban y defendían -según los casos- el episodio que dejó al descubierto la grieta abierta en la corriente Máis BNG, que se generó entorno a Anxo Quintana y ahora disputan su liderazgo, aunque sea de manera sorda, Teresa Táboas y el político vigués afincado en A Coruña, Carlos Aymerich. La ex conselleira criticó abiertamente ante los que le quisieron escuchar las atenciones con las que el grupo municipal nacionalista le brindó al portavoz nacional del Bloque, Guillerme Vázquez en su visita al Casco Vello de la ciudad. A Táboas le sentó mal el amplio respaldo que los de Máis BNG de Vigo, con Santiago Domínguez a la cabeza, le dieron al líder de la formación, pero peor le sentó no ser invitada a la visita, ella que según dicen que dijo «que fun a que máis fixo pola recuperación do barrio antigo» de la ciudad. El episodio, en todo caso, manifiesta las desconfianzas que crecen en el seno de la corriente quintanista, donde el propio Quintana está siendo cuestionado y cada vez suenan con más ritmo los tambores con los que se anuncian una posible ruptura, por ahora de dicha corriente pero más adelante se verá si incluso puede llegar a afectar a la integridad del mismo BNG.

Y si hay tiros en el Bloque, también los hay en el PSdeG, aunque eso no sea novedad. Después de las batallitas por el comité provincial, una menos intensa pero igualmente estratégica, se produjo por el control del comité comarcal. La rapidez de movimientos en este caso, dejaron a los de Abel Caballero fuera de juego y de la cabeza de dicha estructura. Desde la secretaría provincial se movieron los hilos a través del diputado y responsable de Organización del partido en Pontevedra, Luis Piña, para que en lugar de recaer en alguien de Vigo, la coordinación comarcal fuese para alguien con una visión más global y afín a los planteamientos de la estructura gallega del PSdeG. Arturo Pereira, secretario local de los socialistas de Baiona, será el líder del partido en toda la comarca, incluido Vigo. «Una pequeña victoria sobre Abel», explicaba la jugada un dirigente provincial.

Y para restañar viejas heridas internas antes de que llegue la campaña de las municipales, Alberto Núñez Feijoo ha comisionado a José Manuel Figueroa para que haga de doctor en un partido notablemente desactivado, frío y desmovilizado.

Figueroa ha empezado a hacer labor de reagrupamiento para cerrar viejas heridas y para demostrar al presidente del PPdeG que él sigue siendo el hombre clave de los populares en Vigo, donde a Feijoo a veces le entran dudas, pero nunca tantas como para llegar a pensar en buscarse un candidato a Corina Porro para la alcaldía.