El Celta arranca un nuevo ciclo con la misión de ratificar su candidatura

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO/LA VOZ.

VIGO

Aspas y Trashorras serán las novedades en un once que asume que tendrá que utilizar el juego combinativo

23 oct 2010 . Actualizado a las 18:13 h.

Comienza la otra Liga. Así ha bautizado Paco Herrera el ciclo que el Celta inicia ante el Granada y que también incluye a la vuelta de la esquina las citas con Betis y Valladolid. Después de un inicio genial ha llegado el momento de comprobar la fortaleza de la candidatura celeste al ascenso. Si el equipo responde, el sueño tendrá razones fundadas para hacerse realidad.

El Granada combina humildad con un plantel que infunde respeto. El histórico conjunto de Los Cármenes ha estado dos décadas fuera del fútbol profesional, pero de la mano del lucense Fabri ha regresado con fuerza. Su apuesta táctica, orden y velocidad a la contra, y su alianza con el Udinese italiano -con poco menos que medio equipo cedido- le han convertido en un peligroso recién llegado que arriba a Balaídos con cinco jornadas sin perder y en plena remontada.

Por eso los rojiblancos se presentan como el primer test de altura para un Celta encaramado en posiciones de ascenso directo, que suma ya siete semanas sin perder, y que esta tarde tampoco podrá contar con Quique de Lucas, cuya evolución parece más lenta de lo esperado, para romper la presión que dispondrá el Granada de medio campo para atrás, en donde además escasean los espacios.

No tiene Paco Herrera precisamente un problema de hombres en esa demarcación del campo. Por primera vez concederá la titularidad a un Iago Aspas que siempre ha respondido en las cinco veces que salió desde el banquillo. La última, el sábado pasado para anotar un gol antológico de tacón en Villarreal. El moañés se ocupará del costado derecho del ataque. Trashorras será la segunda novedad, regresando a su posición habitual de enganche. Joan Tomás y Papadopoulos serán los sacrificados.

La inclusión de dos creativos del juego en el once tiene una simple explicación. Fabri cederá el balón a su oponente, pero cada vez que robe el Granada buscará la contra con sus puñales de banda y con Álex Geijo, que había sido duda durante toda la semana, en la punta del ataque. Por eso reducir las pérdidas al máximo o que éstas sean en la zonas de menos influencia aparece como la clave para poder sacar el partido adelante.

Porque aunque el contragolpe sea el arma más mortífera de los celestes, los vigueses ya demostraron quince días atrás que también saben ganar desde la posesión. el tridente Trashorras - Álex - Aspas debe resultar capital para fabricar espacios que permitan a David Rodríguez aumentar su cuenta de resultados.

Un cuarto triunfo consecutivo en casa permitiría al Celta seguir disfrutando una semana más en el ático de la clasificación y comenzar a refrendar que puede codearse con los mejores.