En pleno debate sobre la necesidad de reforzar las conexiones desde Vigo, la nómina de destinos internacionales del aeropuerto de Oporto sigue creciendo. Mañana, la compañía de vuelos baratos Ryanair estrena una ruta con la terminal londinense de Gatwick, a la que se podía volar desde Peinador hace un año. Y la próxima semana, entre el 2 y el 5 de noviembre, se pondrán en marcha también vuelos de Ryanair a otras siete ciudades europeas (Barcelona, Bolonia, Valencia, Bremen, Maastricht, Memmingen y Rodez) y a Marrakech.
La apuesta de la empresa de Michael O'Leary por la ciudad lusa es más que evidente, hasta el punto de que se ha convertido en el artífice de que el Sá Carneiro vaya a alcanzar en enero los 50 destinos nacionales (solo son cuatro: Faro, Azores, Lisboa y Funchal) e internacionales (el resto) con la línea a Roma que acaba de perder el aeropuerto de Santiago. El 51 no llegará, en principios, hasta marzo con otro enlace de Ryanair a la urbe francesa de La Rochelle.
No es de extrañar que la terminal de Oporto siga batiendo récords, tras haber aumentado su tráfico más de 15% en lo que va de año. En estos momentos supera a los tres aeropuertos gallegos juntos y se ha convertido en una referencia en toda Europa. El papel de las compañías de bajo coste ha sido clave. Además de la ya citada, también operan desde el norte de Portugal las de Easy Jet y Transavia.
La situación de Vigo es exactamente la inversa. Hoy mismo perderá una de sus dos conexiones internacionales que le quedaban, la de Bruselas.