El Celta considera que con la llegada de Oier ha logrado cerrar antes de que el equipo vuelva al trabajo el capítulo de incorporaciones. Solo ante la posibilidad de una venta, la entidad celeste se plantearía traer algún refuerzo más, o si finalmente Sergio Ortega abandona el equipo vigués y Michael Gafoor no convence a Herrera en la pretemporada.
El club vigués no renovó a tres jugadores que terminaban contrato en la pasada campaña como Ismael Falcón, Michu y Ander Murillo, de los que ninguno ha encontrado equipo por el momento. En su lugar ha contratado a Mario Bermejo, Natxo Insa, y Oier. Los tres han llegado o con la carta de libertad o un coste muy bajo para el equipo vigués como sucede con la cesión de Oier.
La negativa del Celta a buscar más jugadores obedece también a que pretende que varios jugadores de la cantera pasan a formar parte del primer equipo. Este ya ha sido el caso de Sergio Álvarez que deja el filial, y podría ser también el de Jota dependiendo de su evolución este verano, al igual que la de Gafoor, tal y como sucedió en la pasada pretemporada con Álex López.
La caja está vacía
A pesar de que el Celta ha vendido a Denis Suárez al Manchester City, los rectores del club vigués siguen insistiendo en que necesitan vender más para cuadrar las cuentas del plan de saneamiento. La pasada campaña se permitieron pagar por la compra de David Rodríguez, y realizar un fuerte desembolso en la ficha de Quique De Lucas. Este año no solo no ha habido ningún tipo de dispendio, sino que además el club ha sido más austero en sus refuerzos.
La única alteración a este panorama sería la salida de Roberto Trashorras. Su alta ficha se utilizaría para ir a por el vigués Jonathan Pereira. Sin embargo, parece muy improbable que el de Rábade pueda dejar Vigo.