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Humana recoge en Vigo 16 toneladas de ropa usada al mes

Begoña Rodríguez Sotelino
B. R. SOTELINO VIGO / LA VOZ

VIGO

La organización tenía 9 contenedores e instaló el año pasado 17 más

11 feb 2013 . Actualizado a las 15:51 h.

Con la crisis hay artículos que escasean en las casas, pero la ropa nos sigue sobrando. Humana Fundación Pueblo para Pueblo, una oenegé de ámbito estatal cuyos recursos salen fundamentalmente de la gestión de las donaciones de ropa usada, recogió el año pasado en Vigo 195.000 kilos de descartes textiles y calzado de los que los ciudadanos hicieron entrega a través de los contenedores que tienen instalados. Es decir, que en el 2012, los vigueses tiraron una media de 16 toneladas de ropa y zapatos cada mes. La entidad llegó a Vigo en el 2004 con nueve contenedores dispersos en diferentes puntos de la ciudad. Actualmente la cifra ha subido hasta 26 y se da la circunstancia de que los diecisiete nuevos se instalaron todos el año pasado.

Hace cuatro años, la organización propietaria de los contenedores constató diversos episodios de saqueos en sus depósitos que en su momento achacaron a gamberradas o a profesionales del robo que luego venderían la mercancía en mercadillos, aunque los casos no llegaron a aclararse porque tampoco llegaron a presentar denuncia. Según informan desde su departamento de comunicación, actualmente no tienen constancia de que se hayan vuelto a producir problemas de este tipo aunque por otra parte lo achacan al hecho de que ahora vacían los contenedores casi a diario, «de lunes a sábado, y en temporadas de más donaciones, de lunes a domingo».

Humana tiene su sede central en Barcelona pero dispone de delegaciones en Andalucía, Valencia, Aragón y Galicia. La ropa recogida en la comunidad gallega se traslada al almacén con el que cuentan en Boqueixón (A Coruña). «Allí se inicia el proceso habitual de gestión de ropa de Humana». A saber: una parte de las prendas se envía a las plantas de clasificación de las que disponen en su base central y en Madrid y Granada, y el resto -lo que está en tan mal estado que no permite su reutilización-, se vende a empresas de reciclaje.

La organización, que ha sido señalada con el dedo en varias ocasiones acusada de utilizar la solidaridad como excusa para hacer negocios, se defiende explicando su modus operandi. «Un 12% de la ropa ya clasificada se destina a las 27 tiendas de segunda mano que tenemos en España; el 47 % se envía a África para ser vendida a precios bajos a comerciantes locales, lo que impulsa la economía local y genera recursos para el desarrollo, el 31 % (lo no reutilizable) va a empresas de reciclaje textil y el 10 % (lo no aprovechable), a centros de tratamiento de residuos».

La organización aduce que su objetivo es «la gestión eficaz de las donaciones promoviendo el compromiso con la sostenibilidad ya que el reciclaje textil reduce el volumen de residuos y el consumo de agua, combustibles fósiles y pesticidas que se emplean en la fabricación de ropa». Además, explican que su filosofía «tiene mucho sentido en una sociedad en la que el consumo de ropa hace que el volumen de prendas desechadas aumente año a año».