La Feria del Libro baja un 20% sus ventas respecto al año pasado

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

La organización se plantea ya estrategias para la próxima edición, desde cambio de fecha hacia abril, horarios e ubicación

02 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En un intento desesperado por mejorar sus cifras de ventas tras varios años de declive, la Feria del Libro de Vigo, que organiza la Federación de Libreiros de Galicia, acordó este año darle una vuelta al calendario y adelantar su celebración desde julio, como era habitual, a a finales de mayo.

Ayer cerró sus puertas tras diez días de actividad en la plaza de Compostela y el experimento no parece haber dado los resultados deseados, ya que las ventas no solo no se han incrementado, sino que el balance es peor que el año pasado. «Penso que baixamos arredor dun 20 % en ventas e en visitantes», calcula Xurxo Patiño, vocal de la Federación de Libreiros de Galicia.

Otra de las estrategias llevadas a cabo por la organización había sido su apuesta decidida por el público infantil y juvenil, aprovechando que todavía están en período escolar. Sin embargo, los libreros se han dado cuenta de que no era el momento idóneo. «Non é a mellor época pola cercanía do fin de curso, porque os maiores andan cos exámenes e os pequenos, con moitas actividades escolares estes días», explica Xurxo Patiño. Así, el acercamiento al público joven fue menor que el esperado y además, durante los días laborables, la afluencia de público, sobre todo por la mañana, fue muy baja, cosa que en julio no se nota tanto.

El experimento ha servido, al menos, para darse cuenta de que hay cosas que deben cambiar y que se pueden hacer mejor. Por ejemplo, reestructurar horarios, y si continúan en su apuesta por la primavera, cerrar antes y abrir antes. «Pechar ás dez da noite é esaxerado. Non hay case ninguén pola rúa», apunta.

En su reflexión sobre los resultados, Patiño apunta a varios factores. A pesar de que hubo suerte con el tiempo (ni demasiado lluvia, ni mucho calor), el descenso de visitantes y ventas con respecto al año pasado corresponden a la menor afluencia de público entre semana y, como en los últimos años, a la crisis. «Aos políticos se lles enche a boca dicindo que xa se ve a alegría polas rúas, pero debe ser polas súas, porque a xente a fin de mes non está tan contenta». Y el librero añade que lo entiende perfectamente, «xa que o libro é unha opción que a día de hoxe, dentro da precariedade económica das familias, é un luxo, os libros non son prioritarios cando hai outras necesidades e hai formas de achegarse a eles gratis nas bibliotecas».

También se plantean volver a cambiar la feria de fecha. «Maio é un mes malo de ventas pola cercanía do Día das Letras Galegas e o Día do Libro, e non é descartable que nos achegemos máis a esta data de abril». Patiño opina que podría ser una buena idea hacerlo coincidir, aunque son conjeturas que deben poner en común.

Los más vendidos

Lo que sí tienen claro los representantes del sector es que para sacarse de encima la decepción «hai que traballar desde xa para preparar con maior éxito a vindeira edición. Estamos nun punto de inflexión e ou melloramos, ou isto se acaba». Los libreros opinan que es importante sacar el libro a la calle. «Todos temos que facer un esforzo. Lectores, libreiros e escritores, e implicar ás administracións para dar facilidades». Un cambio de ubicación tampoco se descarta. Y si siguiera en la Alameda, reestructurar su orientación. «Poñer as casetas cara ao tráfico é un risco e non ofrece a tranquilidade que precisa o paseo entre libros».

Entre las obras más vendidas este año destacan las relacionados con las actividades musicales para niños, como Xiqui Xoque; los libros de Pemón Bouzas, Pedro Feijoo, Juanjo Millás o Cristian Gálvez; el best seller Divergente, el Pulitzer El jilguero, de Donna Tartt o el Goncourt Nos vemos allá arriba, de Pierre Lemaitre.