El Coruxo falló un penalti ante un Talavera trabajador y que se marchó con el 0-0
01 oct 2017 . Actualizado a las 21:57 h.Los goles no se presentaron a la cita de O Vao. Coruxo y Talavera acabaron su partido con el mismo marcador que al inicio a pesar de que los hombres de Rafa Sáez dispusieron de un lanzamiento de penalti en el minuto 83 que Álex Arias envió a la luna. Los vigueses se encontraron con un rival que demostró mucha más consistencia de la que indicaba su posición en la tabla y que logró incomodar a los de O Vao casi toda la contienda.
Rafa Sáez sorprendió al barajar las cartas de su once. Apostó por Rafa Mella como lateral largo por la derecha y situó al joven Nacho en el centro del campo en su primera titularidad. La intención era mover el balón, combinar y hacer daño al contrario a través de un fútbol trenzado, y a los cuatro minutos una llegada de Mella que Mateo no logró rematar a gol, fue el primer aviso.
El problema fue que el Talavera, que apostaba por un fútbol práctico y por buscar a Escudero cuando podía, respondió a la carrera con un tiro desde la frontal que Alberto detuvo junto al primer palo. Aunque el Coruxo pretendía llevar la iniciativa, tardó un rato en conseguir que su fútbol despegase El Talavera echaba mano de colocación y seguridad para cortar el avance de los vigueses, que a falta de mucha creación, encontraban en los centros al área buenas opciones. El ejemplo fue la doble ocasión de Pazó y Mario Ramón que quedó en nada y que tuvo en Espinar su respuesta. Primero con un control y giro en el área que se escapó por encima del larguero y luego con un tiro bajo que Alberto detuvo sin problemas.
Antes del descanso Mateo tuvo tiempo para sacarse de la manga un pase magistral para Higón, pero el jugador tardó demasiado en armar el disparo y el rechace, de Álex Arias, tampoco vio portería.
Rafa Sáez no veía claro el partido, así que agitó el árbol. Sacó a Nacho para situar a Silva como referencia ofensiva y en la primera jugada el delantero remató sin ángulo al lateral de la portería un centro perfecto de Pablo Crespo. Se intuía un equipo anfitrión más vivo y punzante, y lo corroboró Fer, que se quedó a las puertas de rematar un centro de Álex.
Parecía que el Coruxo acabaría encontrando el gol por insistencia, pero sin darse cuenta fue cayendo en la falta de continuidad del partido. Sin ritmo, el duelo entró en un escenario de dominio vigués, pero en el que las ocasiones no cuajaban. El Talavera, más allá de un par de intentonas de Espinar y una falta Rubén Rivera, no inquietaba, pero cualquier cosa podía suceder. Y lo que pasó fue un penalti.
Jesús García, que había ingresado en el terreno de juego en la segunda mitad, cometió una pena máxima clara sobre Silva y vio la segunda amarilla. Era el minuto 83 y el Coruxo se quedaba en superioridad y con un penalti en su poder, pero el tiro de Álex Arias se fue a las nubes.
Los últimos minutos fueron un acoso y derribo de los vigueses que se quedó sin premio. Ni siquiera la estrategia, con reiterados saques de esquina, alimentó la cuenta local.