La niña de Salvaterra que va al colegio en carretilla ya dispondrá de autobús a partir de la próxima semana

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente SALVATERRA / LA VOZ

VIGO

cedida

La familia recibió ayer la notificación de la Xunta, que dadas las circunstancias, ha buscado una solución

11 may 2019 . Actualizado a las 12:17 h.

La niña de la parroquia de Leirado, en Salvaterra de Miño, que era trasladada al colegio en carretilla por no corresponderle el transporte escolar ya podrá ir en autobús, como sus compañeros, a partir de la próxima semana. Ante las dificultades que afronta la familia y aprovechando que en ese centro el servicio se presta a través de líneas de bus compartido, la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade decidió articular una solución. Al tratarse de un vehículo de transporte no únicamente escolar, permite más flexibilidad y, por tanto, cambiar el recorrido con más facilidad, según indica la Xunta.

Tras analizar las circunstancias y los informes emitidos por la empresa, la solución más adecuada para no prolongar en exceso el itinerario ni el tiempo de duración pasa por crear dentro de la línea actual del colegio de Leirado-A Luz una nueva parada llamada Leirado-2. Tendrá carácter regular.

La alumna no tiene derecho a transporte escolar al no reunir las condiciones establecidas por la Consellería de Educación, que estipula una distancia mínima de dos kilómetros entre la vivienda familiar y el centro de enseñanza si se encuentran situados en la misma parroquia. Al hogar le faltan solo 97 metros para ajustarse a esas condiciones.

Tras estropearse el vehículo familiar en el que la llevaban habitualmente, la niña era trasladada por su madre, Fátima Pino, en carretilla desde hace dos semanas.

Ayer, recibía la comunicación de la Consellería encantada: «Estoy muy contenta de que pongan una parada de transporte escolar, no solo porque ahora vaya mi hija de 4 años, sino porque el curso que viene irá también la pequeña. Al principio entendí que era solo para este curso y el siguiente, pero me dijeron que ya queda así», comenta. Al preguntarle cómo se lo tomó su hija eso de ir al colegio en carretilla añade: «Ella va muy contenta, lo que no quiere es ir en carrito de bebé, porque a los ocho meses y medio ya andaba. La que no va contenta soy yo porque es muy cansado y tiran mucho las cuestas. A veces tengo que parar seis o siete veces», añade.

Antes de decidir establecer una nueva parada de transporte escolar en el lugar de Casco-Outeiro, el servicio de Mobilidade envió un agente de inspección a Leirado con el objetivo de analizar la situación de las paradas autorizadas en la actualidad que prestan servicio al colegio. También se valoró la posibilidad de establecer un itinerario alternativo y de desviar alguna de las líneas integradas que funciona en este momento.

Fátima Pino ya se había dirigido con anterioridad a las administraciones al no verse con fuerzas para tirar de la carretilla hasta que finalice el curso. Tampoco tenía intención de comprarse otro vehículo porque, según decía, «Con ese dinero se puede comer unos cuantos días».