Irene Milleiro (Change.org): «Retiramos una petición para que el Ejército interviniese en Cataluña»
VIGO
La directiva de la plataforma censura solo iniciativas que incitan a la violencia y avisa del nuevo poder de las firmas
08 nov 2019 . Actualizado a las 07:56 h.Irene Milleiro (Pontevedra 1976) es la directora mundial de campañas de la plataforma Change.org, que solo en España cuenta con 14 millones de usuarios. Cuando empezó a trabajar en la plataforma había 900.000. De eso hace ocho años. El avance es imparable pero, aún así, Change sigue siendo deficitaria. «Estamos a punto de conseguir la rentabilidad», explica tras intervenir en una sesión magistral en el auditorio de Afundación ante varios centenares de emprendedoras del congreso Empresarias de Galicia.
En cada país hay un equipo que supervisa el contenido de lo que se solicita. «En España hemos retirado una campaña que pedía que el Ejército interviniese en Cataluña. Tenemos campañas a favor y en contra del procés, pero no podemos admitir solicitudes que propugnen la violencia.
Ayer, Milleiro intervino en el congreso Empresarias Galicia para explicar el poder que tienen las redes sociales y cómo están influyendo en la toma de decisiones de las empresas y de los gobiernos. Pone como ejemplo el de Ana González, cuyo marido ciclista murió atropellado y ha conseguido mejoras legislativas para que los ciclistas puedan circular con más seguridad por las carreteras. «Hay signos de que está surgiendo un poder nuevo, de colaboración, que es más rápido y más visual. Es un poder informal y colaborativo», señala la responsable de campañas mundiales que de vez en cuando tiene que viajar a San Francisco, donde tiene la sede la plataforma, aunque cuenta con una sucursal europea en el Reino Unido.
El nuevo poder de las plataformas se visualiza claramente en Wikipedia. «Antes la gente compraba enciclopedias, la Larousse y otras. Ahora todo el mundo mira Wikipedia, un proyecto que nace de la colaboración gratuita de muchos».
Otra plataforma que está cambiando la forma de viajar en el mundo es Airbnb. «Está cambiando cómo se hacen los viajes y los alojamientos en todo el mundo», señala.
«El nuevo poder está llegando a las empresas y las que se adapten son las que tendrán más posibilidad de mantenerse». Lego es otra compañía que ha aceptado las sugerencias que se han lanzado desde las redes sociales, modificando sus juguetes y adaptándolos a la comunidad de seguidores que tiene la compañía.
Uber también se ha adaptado a las quejas de los clientes de Londres, modificando las condiciones de sus servicios.
«Nuestras firmas no son oficiales, pero no hay fraude. Combatimos los ataques con bots y normalmente no se nos cuela ninguna trampa. Aunque no tengan un valor oficial, constituyen un termómetro de la sociedad», señala la directiva de la empresa, que se financia gracias a mecenas norteamericanos y a los usuarios.