La joven de 18 años es una de las cinco elegidas por la banda para versionar con ellos cuatro canciones de su último disco
12 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.A Aroa Ferreiro le gustaban las voces de Izal. La banda madrileña está en su lista de favoritos y desde este año, la voz de ella está entre las favoritas del grupo. Por eso, su versión de Pausa, que forma parte del último disco de la formación, Autoterapia, ya forma parte también de la historia de ambos.
A principios del año pasado, Izal lanzó en sus redes una convocatoria, un casting online con motivo del aniversario del álbum. Querían hacer algo especial y se les ocurrió regrabar cuatro de las canciones de este trabajo, pero incluyendo a sus seguidores en el plan. «Ellos contaban que querían agradecer todo el feedback del público y animar a los que también hacemos música, tuviéramos la oportunidad de presentar versiones de sus temas, así que durante un mes abrieron un plazo para grabarlas y enviárselas y yo les mandé un vídeo», recuerda tras salir de clase Aroa, que estudia 2º de bachillerato en el IES Alexandre Bóveda.
Tras el proceso de selección entre cientos de audios y vídeos que les llegaron, eligieron las propuestas de cuatro personas para que las grabasen, en otro momento y ya con ellos, aunque matiza la viguesa que «al final fuimos cinco, porque en la canción que versioné decidieron añadir la voz de la rapera alicantina Susana Artiaga (Yaike) con unos versos que hizo ella».
Las otras son las de Cesc Sansalvado, David Campos y Agustina Kesselman.
El premio consistía en poder ir a grabar todo ese material con los integrantes de Izal en una sesión que tuvo lugar en los estudios Blind Records de Barcelona, donde grabaron sus dos últimos trabajos: Copacabana y Autoterapia. «Iban a ser unas horas pero al final fue un día entero, se creó un ambiente muy bonito y muy intenso y aunque no nos conocíamos, hubo muy buena conexión entre todos» que enviaron sus
El resultado se llama Micro Abierto, un elepé que solo sale en formato digital, compuesto por esas versiones interpretadas por sus seguidores. Las cuatro canciones están disponibles desde ayer y durante tres meses en Spotify, y los beneficios generados durante ese período de tiempo por las reproducciones de los temas, irán destinados a los proyectos de lucha contra los efectos de la crisis climática de la oenegé Acción contra el Hambre.
Para Aroa Ferreiro es una oportunidad única y muy especial porque aunque su idea tras acabar secundaria es estudiar la carrera de Historia del Arte, no va a dejar la música. «Quiero llevarlo de forma paralela porque realmente es lo que me interesa y me apasiona», reconoce. Toca la guitarra desde los 10 años. A raíz de eso empezó a cantar y también toca el piano. Ahora tiene un grupo, Alana, con el que hace versiones de Xoel López, Zahara, Vetusta Morla o Iván Ferreiro, que le encanta pero no es de su familia «aunque mi padre fue a clase con él», revela. «También escribo mis cosas y compongo. Lo último, la banda sonora de un cortometraje», cuenta añadiendo que cuelga algunas de sus canciones en su cuenta de Instagram