Don Pepe sobrevive al covid y al concurso

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

El veterano hostelero vigués José Domingo González asistirá mañana en el juzgado de lo Mercantil a la firma de adhesión al convenio con sus acreedores para saldar en ocho años una deuda de 800.000 euros

14 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un hostelero vigués que ha sobrevivido a un concurso y al covid. El dueño de Cátering Don Pepe, José Domingo González, asistirá mañana a la firma de adhesión al convenio para pagar a sus acreedores su deuda de 800.000 euros a lo largo de ocho años. El pacto deberá ser aprobado por un banco y varios proveedores. La idea es devolverles ahora el 20 % y el resto, a plazos, sin quitas. Una vez que el juez de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, en Vigo, ratifique el convenio, Don Pepe saldrá del concurso de acreedores.

González ya pone la vista en el 2022 porque, con la vacuna del covid, prevé más fiestas y bodas para el próximo año. «Esta empresa tiene 33 años de vida, queremos recuperar el ritmo de trabajo y facturación, la gente necesita casarse, queremos darle la vuelta al timón para salir de esto», dice el veterano hostelero. Pide medidas para clarificar la situación del sector de cátering, afectado por el covid.

Cátering Don Pepe tiene sus sedes en la carretera de Camposancos y en Redondela. Cuenta con seis salones y cinco cocinas, alguna de 250 metros cuadrados, y jardines. Su plantilla está en ERTE. Don Pepe se dedica a las bodas, bautizos y comuniones, y sirve comidas a trabajadores de los astilleros, botaduras y pruebas de mar del naval, o participa en grandes exhibiciones como World Fishing o Vigoferia. Hace 18 años trasladó 5.000 kilos de comida gallega a Bosnia para servirla durante un mes a jefes y mandatarios.

El propietario achaca su entrada en concurso a los coletazos de la crisis del 2008. Hizo quitas del 80 % por varios impagos, «fue mala suerte, nos dejó tocados» y luego se le complicaron unos préstamos. Este viernes se va a firmar la adhesión al convenio de la mayoría de los acreedores. Terminará así una pesadilla de año y medio agravada por el cierre de la hostelería por el covid.

El estar en concurso le impidió beneficiarse de las ayudas públicas a la hostelería en la crisis sanitaria pero las solicitará cuando la salida sea firme. Agradece a los clientes y proveedores «de siempre» que confiaron en sus servicios o le sirvieron sin pedir dinero por adelantado durante el concurso. «Un concurso no es la quiebra, seguimos funcionando con normalidad pero luego, con el covid, la pandemia nos golpeó como a los demás. El año pasado fue muy malo, muy duro, se cerraron las fiestas y la gente no quería bodas con mascarilla. Solo facturamos el 40 % de lo habitual y gracias a que llevamos el cátering de unos barcos. Sin covid, en el 2020 habríamos pagado la deuda. Por suerte, el año anterior, el 2019, fue muy bueno», dice. Tilda el 2020 como el annus horribilis de la hostelería.

El dueño de Cátering Don Pepe lleva más de 40 años en el negocio, cofundó la Federación Provincial de Hostelería y es su vicepresidente primero. Además, preside una asociación provincial de cátering. Recientemente, González contactó con la Xunta para solicitar una reunión para despejar el limbo en el que están atrapados los hosteleros de cátering de eventos, que no sirven a colectivos como los colegios sino que dependen de la celebración de bodas, ferias, comidas de empresa o inauguraciones.

«El cátering de eventos está en el mismo limbo que las discotecas. No podemos servir ni un café después de las seis, no somos un local de puertas abiertas, trabajamos con previsión y contratación previa, nadie vendría hasta aquí a comprar comida ni es rentable abrir cocinas tan grandes. En el cátering no somos tantos pero damos muchos puestos de trabajo», añade.

«Todo esto está ahora parado. El teléfono suena pero son clientes para hacer consultas. Preguntan cómo estará la situación en verano pero yo no soy adivino. Confío en que funcione la vacuna. Están retrasando bodas para el 2022. Cuando esto se levante y empiece a moverse, será llevadero, habrá recuperación, ganas de fiestas e inauguraciones», prevé.