El vandalismo, sumado a la eliminación de especies pirófitas y de otras a petición del Puerto por seguridad, arrasa la zona
16 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Desde finales de diciembre, operarios de una empresa de venta de leña cortan y recogen los restos de cientos de ejemplares de árboles en la zona del paseo de A Guía más cercana al litoral. Uno de los trabajadores aseguraba el pasado fin de semana a La Voz que han sido contratados por el Concello de Vigo a través de la concesionaria de Parques y Jardines, «para arreglar un desastre que no se sabe quién ha hecho».
Se refiere Miguel X. a un misterioso Lorax tumbapinos que él define de una forma mucho más gráfica: «un terrorista que cortó entre 200 y 300 árboles hasta la mitad, un atentado», resume.
Desde el Concello de Vigo confirman que el episodio inicial protagonizado por individuos no identificados con motosierras tuvo lugar en el mes de octubre y hay una denuncia interpuesta en el juzgado por este tema. A raíz de este suceso, añaden que se ordenó la retirada de los restos.
Tras esta actuación, los operarios municipales volvieron a la misma área, en este caso en el entorno del parque, para la tala de «especies pirófitas», es decir, que arden con facilidad y se encontraban en un entorno peligroso al haber población cercana. El Concello admite una tercera salida a por árboles tras la petición efectuada por el Puerto de Vigo en febrero del 2020, por razones de seguridad, ya que la entidad adujo que la masa arbórea impedía la visibilidad del faro de A Guía.
El resultado final es que el monte de a Guía es ahora un escenario devastado que todavía están terminando de dejar limpio los responsables de la empresa que negocia con leña. El vicepresidente del Plan Comunitario Teis, Basilio Aragón, recuerda respecto a la tala vandálica «un caso muy parecido sucedió hace un par de años y nadie se preocupó, ni se investigó. Quedó impune», lamenta. En el colectivo tienen constancia de que el problema comenzó en terrenos privados con especies invasoras que el Concello insta a limpiar a sus dueños, pero suelen ser tierras improductivas de varios propietarios «con lo que al final si alguien viene, los tala y se los lleva, les hacen un favor porque les sale gratis, pero esos espontáneos terminan talando más allá de lo privado y el Concello no debería ser tal laxo», opina.
Por su parte, el Concello de Vigo recuerda que lleva a cabo una intensa política de plantación de árboles en el municipio. Ayer mismo, 21 árboles en el humedal de Barreiro; el sábado, doce se sumaron a otros 30 en Navia y la semana pasada, 60 en Castelao, además de 700 en las comunidades de montes.