A solo siete meses de que prescriba la investigación sobre la desaparición y muerte de la joven viguesa, los letrados auguran que el expediente volverá a un sótano de los juzgados
14 sep 2021 . Actualizado a las 01:25 h.El penalista Ramón Amoedo, que es uno de los abogados que reactivó el caso de la joven viguesa Déborah Fernández-Cervera, se teme lo peor a solo siete meses de que prescriba la investigación. Así lo revela en una carta escrita en su perfil en la red social LinkedIn y que ha generado casi 115 comentarios y mil visitas.
El letrado muestra una foto de Déborah sonriendo y añade: «Mírala bien. Recuerda que alguien la mató en el 2002, que varios ayudaron al asesino a ocultar su cuerpo, a depositarlo en una cuneta y a poner pistas falsas».
«"Me opongo a las pruebas propuestas" es la frase más repetida en los dos últimos años por la Fiscalía, a la par que nada propone. Inaudito. Pretenden llegar al 30 de abril de 2022 para que la causa muera por prescripción, una segunda muerte de Déborah».
«Por eso, mirad bien esta fotografía, porque no vamos a llegar al 30 de abril para que su expediente vuelva al sótano del edificio del Juzgado. Seguiremos pidiendo pruebas, interrogatorios, cotejos de ADN de las personas que sea necesario. Se acabó la paciencia. Es lo que ocurre cuando no hay nada que perder porque ya se ha perdido todo», concluye.
El cuerpo de Déborah fue exhumado el pasado 18 de mayo. La prueba tuvo además sus resultados. Y es que en el estudio de muestras halladas en las uñas se detectaron pelo y fibras, que contejaron con otras pruebas halladas en su día y con los encontrados en el examen de un arcón congelador llevado a cabo en el año 2019.
La familia de la joven, desaparecida en Vigo y hallada muerta en O Rosal hace 19 años, mantienen que hubo negligencia en la investigación policial de este caso.