Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La pequeña tienda del millón de historietas

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Norma Cómics fue una de las primeras librerías de Vigo especializadas en un género inmenso donde caben desde Mortadelo hasta el manga; de Mafalda al Joker; Ángeles Díaz Lavadores es la superheroína de esta viñeta

11 mar 2022 . Actualizado a las 18:22 h.

Ángeles Díaz Lavadores es la máster del universo Norma Cómics. Pocos libreros saben tanto de un género en el se nota enseguida quién controla y quién no. Cada cliente entra con una pregunta para nota y ella sabe contestarlas todas. Hay que estar muy al día porque, como cuenta, «el ritmo de las publicaciones es frenético. Hay muchísimas editoriales, salen más libros que nunca. Cada semana llegan novedades cuando antes esa avalancha de títulos solo tenía lugar dos veces al año, coincidiendo con el Salón del Cómic de Barcelona y el Salón Manga», asegura.

Además, no es solo cuestión de experiencia profesional. Esta viguesa reconoce que desde muy joven le enganchó un tipo de lectura que sigue siendo una desconocida para un gran número de lectores, ajenos a la evolución de un tipo de obras que abarcan un amplio espectro de edades, temáticas e intereses. «Mi primer cómic fue Mafalda, me abrió la puerta a muchas otras historias», reconoce añadiendo que todavía hay mucho desconocimiento general respecto a su dimensión. «Se sigue asociando al tebeo infantil donde solo hay superhéroes, o a la violencia en el manga. Pero el mismo abanico de posibilidades que se encuentra en una librería convencional lo tienen aquí», afirma señalando las estanterías de su local en las que, a pesar de llegar hasta el techo, pocos resquicios quedan donde colocar más volúmenes. «En muchos casos solo exponemos un ejemplar de cada obra por razones de espacio. Menos mal que tenemos un pequeño almacén para dar cabida a todo lo que llega», explica Ángeles, cuyo bagaje en el sector comercial comenzó en los años 80, de la mano de otro de los referentes locales, Sousa. Ya entonces, ella le vio futuro a lo que en aquel momento se despachaba en un quiosco, como complemento a las publicaciones periódicas. «Pensé que sería una buena profesión, veía que iba a más y abrimos Norma Cómics en 1997», recuerda. No se equivocó. Cuando abrió, ni siquiera se usaba el término novela gráfica.

Díaz se entusiasma cuando explica lo que siente al abrir un buen cómic: «El dibujo te acompaña como los fotogramas de una película. Te ofrecen datos que te introducen en la historia que no están en el texto. Yo tardo mucho porque primero lo leo y luego lo releo visualmente, fijándome en la viñeta. Te aporta detalles que pasas por alto la primera vez. Me ha ocurrido mucho con autores que me encantaban. Terminaba el libro y me preguntaba «¿Qué me perdí ?». Era una decepción», asegura.

La librera se siente muy afortunada con su trabajo. «He visto crecer a muchos de mis clientes, que ahora vienen con sus hijos. Otros pasan por delante y no pueden evitar entrar aunque solo sea para saludar. Lo bonito es que el abanico de edades es muy amplio. Hay historias para niños de un año hasta para mayores de 99», señala.

La tienda viguesa, ubicada en pleno centro, nació como franquicia de la editorial Norma Cómics, pero reconoce que eso solo duró unos pocos años porque la librería se fue llenando de títulos de muchas otras editoriales. Como el establecimiento vigués ya se había convertido en un fenómeno y un referente, a la empresa de publicaciones no le importo nunca, hasta hace muy poco. «Nos pidieron que quitáramos su nombre del rótulo exterior de la tienda y eso hicimos. Ahora es Cómics Vigo, pero todo el mundo nos sigue llamando Norma», aclara. «Fue un pequeño drama porque la gente pensó que cerrábamos, pero solo era un trámite que no cambia nada. Hace mucho que ellos no tienen ninguna franquicia en España. Solo mantienen su tienda central en Barcelona, que, por cierto, es impresionante», afirma.

En la librería especializada también tiene un apartado muy amplio de merchandising en el que los fans de personajes y sagas, pueden tener físicamente reproducciones de sus héroes y heroínas. También juegos, pero de mesa, nada de videojuegos.

Respecto al crecimiento del sector en los últimos años, destaca la eclosión de las autoras en un mundillo que también estaba copado por la pluma masculina. Con ellas ha llegado también una apertura de temáticas en la que el feminismo y una visión del mundo menos guerrera también tiene cada vez más tirón. Si ella misma no lo dice, su aspecto juvenil no revela que no le queda mucho para jubilarse. Debe de ser que devorar viñetas rejuvenece.

Desde 1997

Dónde está

Ronda de Don Bosco, 22. Vigo.