Después de quitarlo, los nuevos dueños planean ponerlo dentro y en un lugar visible
26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hace diez días, Vigo amanecía sin uno de sus símbolos en Beiramar. Hacía tiempo que en realidad había muerto, pero dejar la tumba sin nombre añadió más tristeza a la pérdida por lo que tiene de sentimental. Armón, el grupo asturiano que ha comprado las instalaciones de Barreras, dio la orden de retirar toda la señalética que remita al pasado, y para ello empezó por lo más visible, el emblemático rótulo de la marca Hijos de J. Barreras que, desde Vigo, ha hecho historia en la construcción naval europea durante más de 130 años.
El 15 de julio unos operarios descolgaban la marca impresa en hierro forjado que durante décadas presidía el portalón de acceso al astillero. Ahora las instalaciones se llaman Astilleros Ría de Vigo. Pero la empresa ha matizado esta acción artísticamente dolorosa y ha trasladado a los trabajadores (solo ha conservado 20 empleos de los 120 que tenía Barreras) su intención de que ese emblema tipográfico no acabe arrumbado en algún rincón oxidándose, sino que que van a conservar el letrero de la entrada principal del astillero.
Según fuentes consultadas, la idea es musealizar la marca que este año cumplió 130 años de historia, y ponerla en un lugar visible del interior de las instalaciones, protegida con una vitrina o en un expositor diseñado para este fin. La intención de los nuevos dueños de Barreras es que, con el tiempo, las instalaciones lleven impresas en su entrada principal el nombre de Armón Vigo, que ya figura en el astillero contiguo a Barreras, propiedad del grupo asturiano. La marca Barreras y las letras engarzadas HJB viajan en más de 400 barcos construidos a lo largo de su historia y la decisión apresurada tiene explicación adjunta.
Esta intención de preservar la marca Barreras, aunque sea de puertas adentro, contrasta con lo ocurrido en Factorías Vulcano, el también histórico astillero de Teis que tenía como emblema la imagen mitológica de la Fragua de Vulcano. Perdió imagen a la par que se quedó sin fuelle. Su nuevo dueño, Marina Meridional, bautizó las instalaciones como Astilleros San Enrique, sin dejar rastro de la marca viguesa Vulcano.
Aucosa protagoniza otro ejemplo de desaparición de distintivos que durante años dieron personalidad a la ciudad en su faceta más característica como urbe pesquera plagada de factorías del sector. En este caso, peces de gran tamaño adosados a la fachada verde de esta factoría que en 1967 se instaló en Beiramar y en 1976 trasladó la actividad de fabricación de harinas y aceites desde Vigo a Chapela.
La fábrica de Bernardo Alfageme, a pesar de haber cesado su actividad en el 2008, conserva intacta su fachada aunque el nuevo Plan Xeral destina para construcción de viviendas 8.000 metros cuadrados de la parcela, con lo cual se verá en su momento qué ocurre con ese patrimonio industrial vigués.
En contraposición al planteamiento de Armón, destaca la decisión de los nuevos dueños de Nueva Pescanova. El grupo quebrado en el 2013 y refundado por la banca acreedora ha mantenido el nombre de Pescanova, para preservar la marca y mantener la confianza de los consumidores, eso sí, actualizando la tipología de letra y modernizando su diseño. A Rodolfo Langostino y al Capitán Pescanova no les han dado el finiquito .
Del mosaico de Domeq en Porta do Sol al cartel de Miau en el Museo de la Conserva
El colectivo cultural Ateneo Atlántico puso en marcha el proyecto Mirando polos letreiros, una iniciativa planteada como una manera participativa (cualquier persona puede añadir información al blog) de hacer un inventario, lo más amplio posible, de esos carteles que, en su mayoría, permanecen milagrosamente en espacios donde ya hay otros establecimientos o que continúan en inmuebles en ruinas hasta que la piqueta se los lleve un día por delante.
De lo contrario hay también ejemplos, como el cartel de azulejos que desde el siglo pasado anuncia coñac en la Porta do Sol y que el Concello de Vigo protegió. Pero por unos cuantos que se conservan, hay decenas que se pierden. Los azulejos del mosaico publicitario de la Porta do Sol fueron restaurados y desde el 2009, el conjunto formado en 1926 para publicitar los vinos y coñacs de la marca Pedro Domecq luce en su sitio. La instalación del mosaico fue solicitada por el Hotel Moderno y autorizada por el entonces arquitecto municipal Jenaro de la Fuente. En 1961, el representante en Vigo de Pedro Domecq, solicitó adosar un grabado sobre cristal del mismo dibujo, que hizo la Unión Cristalera.
Otro ejemplo es el que el Museo Anfaco de la Conserva de Vigo se encargó de restaurar, guardar y exhibir en sus instalaciones en Lagoas-Marcosende: el cartel de Conservas Miau que estaba en la fachada de la tienda de comestibles Arjeriz de la calle Carral. El fotógrafo y profesor de la Universidade de Vigo Jorge Lens, recogió cientos de ejemplos por toda Galicia de rótulos en abandono en el proyecto Tipografía regional.