Paulo Pascual, profesor e interprete de theremin, aparato que funciona por ondas electrónicas, presenta su nuevo trabajo, para el que ha rescatado el soporte de cinta de casete
16 nov 2022 . Actualizado a las 21:23 h.Paulo Pascual (Vigo, 1972) es de los pocos músicos de Galicia que toca el theremin y el único que da clases de este instrumento tan raro que su forma de emitir sonidos parece «cousa de meigas», porque se toca sin tocarlo.
Pascual, que también toca la guitarra, se enamoró hace unos 20 años de este cacharro que originalmente se llamó eterófono, y que se usaba en el cine clásico para recrear escenas inquietantes y ambientes de suspense que hasta Hitchcock usó en files como Recuerda. Fue precisamente viendo una película como lo conoció. No era clásica, pero sí muy vintage: Ed Wood, de Tim Burton, aunque reconoce que el camino que le llevó a tocarlo fue bastante más complejo.
Internet favoreció el desarrolló de nuevos modelos del cachivache que inventó en 1919 el ruso Leon Theremin (uno de los primeros instrumentos musicales electrónicos de la historia) y propició el incremento de interpretes del mismo que curiosamente, como señala el experto, son mujeres en su gran mayoría. «También hay ahora gente joven que está experimentando e interesándose por él», cuenta. Es poco habitual encontrarlos en las tiendas de música, así que la Red es también el vehículo más habitual para conseguir uno. «Lo que es curioso es que en el gremio hay bastante compañeros que tienen alguno arrinconado por casa, porque en algún momento lo llegó a utilizar por probar», cuenta.
«El primero que tuve me lo trajo un amigo de Londres, porque en aquella época no funcionaba la venta online como ahora», valora, y explica que actualmente ese mercado se concentra en Alemania y Rusia y los precios oscilan entre los 700 y los mil euros. «Se fabrican modelos nuevos, pero se ajustan mucho al estilo de los antiguos, lo que más ha cambiado son las dimensiones de las cajas, que antes eran muebles enormes».
Pascual, que estuvo en grupos como Camarada Nimoy, lleva unos años centrado en darle alas a este instrumento que funciona por ondas y se «toca» acercándose y alejándose de él, tocando el aire y valiéndose hasta del cuerpo para dar forma a los sonidos que flotan en el espacio. «Está considerado como uno de los más difíciles, porque tienes que encontrar las notas en el aire, y eso supone que hay que trabajar mucho el oído musical para afinar, y mover los músculos del cuerpo para colocarse en el sitio preciso de forma que suene la nota que buscas. No vale para gente que no para quieta», advierte con humor. Él lleva años dando clase en su estudio taller Planeta Theremin (Avenida de Camelias, 8) y asegura que «una vez que empiezas a hacer algunas melodías sencillas es muy agradecido».
El músico ha dejado un poco aparcada la guitarra y cada vez lo utiliza más para sus creaciones bajo el paraguas de su proyecto Modulador de Ondas, con el que acaba de editar un nuevo trabajo. Para el primero que hizo eligió el formato vinilo. Para el segundo, que creó durante la pandemia, se inclinó por el formato cedé; y para el tercero, que acaba de estrenar, ha optado por el casete. «Estoy cubriendo todos los que hay porque además me interesa ver cómo responde cada uno y la verdad es que estoy entusiasmado con la cinta de casete», reconoce sobre este soporte que parecía que había pasado a mejor vida pero está resucitando como lo están haciendo los discos de vinilo. Emisión electrónica es el título de la joya analógica de color rojo en su interior y una caja con portada de cuidado diseño que, además, incluye un código de descarga con audio digital.
Para ello, acudió a una fábrica en Portugal donde todavía hacen casetes: «Es una empresa que los hizo toda la vida y no dejó de hacerlos nunca, así que estoy encantado», cuenta. Lo que no tiene tan claro es que llegue a convertirse en superventas. Entre otras cosas, porque casi nadie tiene ya reproductores, lo que le venían llamando pletinas. «Pero como hay grupos volviendo a grabar vinilos y casetes, la moda igual cuaja», sopesa. Gracias al empeño de gente como el vigués, habrá oyentes de nuevas generaciones que podrán descubrir el rebobinado casero metiendo un bolígrafo en uno de los dos agujeros y dándole vueltas.
Presentación en directo en el espacio Río Lagares
Mañana, jueves, Paulo Pascual presenta los temas del álbum «Emisión electrónica» en el nuevo espacio cultural Río Lagares (calle Falperra, 16), con entrada libre. El artista hará una breve demostración del funcionamiento de un theremin, sonidos y técnicas interpretativas, y después ofrecerá un concierto junto a Pablo Muñiz, que se ocupará de los sintetizadores. La música en directo irá acompañada de imágenes para los diferentes ambientes en esta singular propuesta. El público asistente también podrá adquirir allí ejemplares de la edición limitada de las cintas de casete que ha elegido como soporte de sus composiciones.
También se pueden comprar en las tiendas de discos Honky Tonk (Falperra, 18), Pick Up (Progreso, 14) y en su web paulopascualtheremin.com