El Lóstrego, el equipo que jamás se saca el brazalete arcoíris

X. R. C. VIGO

VIGO

CEDIDA

El equipo de Primera Nacional Femenina luce desde su creación y en todas las categorías el distintivo ahora penalizado en Catar

23 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El brazalete arcoíris acaparó los focos en los días previos al inicio del Mundial de Catar, pero el Lóstrego lo lleva cosido a su ideario desde el día que se formó el club de fútbol femenino en el verano del 2020. Desde entonces, las cinco capitanas de los equipos de la entidad lo han lucido en todos y cada uno de los partidos, algo que seguirán haciendo mientras que el club exista.

Porque el brazalete con los colores de la bandera arco iris nació al mismo tiempo que el club. «Una compañera nos dijo que lo había visto en algún sitio, nos pareció bien la idea y con la primera equipación ya llegaron esos brazaletes», comenta Anita Iglesias, la capitana del primer equipo, que esta temporada milita en la Primera Nacional Femenina.

En sus dos años de existencia se encontraron con algún club, como el San Mateo, que también portaba ese brazalete, pero siempre en categoría autonómica. En Primera Nacional son un caso único.

Ellas nunca tuvieron miedo a una posible sanción disciplinaria, algo que sí afectó a las selecciones que pretendían portarlo en Catar, por eso hicieron notar su discrepancia a través de las redes sociales. «Nosotras seguiremos llevando este brazalete, porque hay cosas que son más importantes», rezaba el mensaje publicado. «Nunca nos vamos a ver en esa tesitura de no ponerlo, pero si se toma una decisión, es con todas las consecuencias», apuntan desde el Lóstrego.

«Lo pongo y me como la amarilla»

«Queríamos aprovechar y hacer un poco de crítica a toda la organización del Mundial», dice la capitana, que no entiende cómo se puede celebrar un evento así en un país con los derechos humanos cercenados. «Las selecciones deberían ejercer una presión que no se hizo», dice Anita, que considera que lo de menos sería jugar con una amarilla encima por portar el brazalete OneLove. «Yo hubiese corrido el riesgo y punto. Me lo pongo y me como la amarilla porque al final, si te lo pones, es porque tienes esos valores y si te lo quitas, faltas un poco a tus ideas», sentencia.

Porque para el conjunto de Gondomar, el brazalete arcoíris no es un trozo de tela, sino que con él quieren transmitir «principalmente respeto». Porque desde el punto de vista de Anita «en el mundo del fútbol hay un ambiente muy tóxico aún y a nivel profesional, en el masculino, hay muy pocos futbolistas que públicamente sean homosexuales o bisexuales».

El destinatario principal de su mensaje es la propia base del club. «Le queremos decir a nuestras niñas que aquí se acepta a todo el mundo, que lo único que hacemos es jugar al fútbol y nos apartamos de eso todo».

De una de las niñas de la base del club, surgió una de las anécdotas relacionadas con el brazalete que Anita Iglesias recordará toda la vida: «El primer año, cuando lo comenzamos a utilizar, una niña pequeña nos preguntó por qué nuestro brazalete es la bandera de los gais». La explicación la dejó tranquila: «Le dijimos que era por respetar a la gente, que en nuestro equipo hay de todo y no es importante, al final». Inapelable.