El muelle de reparaciones de Bouzas, de nuevo un aparcamiento improvisado de vehículos de Stellantis

M.A.P. VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Continúan los problemas para enviar los turismos al mercado

23 ene 2023 . Actualizado a las 08:20 h.

El atasco de vehículos para llegar al mercado no cesa. El muelle de reparaciones de embarcaciones de la terminal de Bouzas, en Vigo, se volvió a convertir este fin de semana en un aparcamiento improvisado para cientos de vehículos recién fabricados en Stellantis que sufren dificultades para ser embarcados o cargados en camiones. Turismos y furgonetas se encontraban estacionados en espacios portuarios que no están definidos para esta actividad, muy cerca de la zona de atraque de pesqueros y en espacios improvisados entre naves industriales. En los salpicaderos de los vehículos había dispuesto un papel que indica el país al que se dirigen.

La fábrica de Stellantis en Vigo lidia desde hace más de dos meses con este problema añadido. Además de la crisis de microchips, que está prácticamente garantizado que seguirá afectando a la producción en Balaídos a lo largo del 2023, también existen serias dificultades para efectuar los envíos hasta los puertos de destino. La multinacional y el Puerto de Vigo insisten en que los problemas están ocurriendo en los puertos de destino, pero la situación sigue dificultando la actividad de la terminal viguesa.

Jesús Vázquez Almuiña dijo el pasado diciembre que durante las Navidades las navieras seguirían operando en Vigo para desatascar la situación. Pero los esfuerzos organizados en días festivos ni tampoco la búsqueda de nuevas operadoras han logrado solucionar el atasco de vehículos. El tráfico de envíos organizado en la primera quincena de enero no logró asumir el ritmo productivo de Stellantis Vigo y ya hay un nuevo colapso.

Esta semana, la dirección de la planta de Balaídos suspendió su producción tanto el lunes como el sábado. Indicaron que ocurría a causa de las dificultades de aprovisionamiento. También pactaron un nuevo ERTE de 60 días, extendible hasta 75, y el despido de 100 trabajadores en la fábrica de Vigo.