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Arranca la misión para bajar al Villa de Pitanxo a 1.000 metros de profundidad en Canadá

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

José Cubeiro, director de ACSM, ante el ROV que bajará al Pitanxo en Terranova para filmarlo.
José Cubeiro, director de ACSM, ante el ROV que bajará al Pitanxo en Terranova para filmarlo. Oscar Vázquez

El buque Ártabro, de la viguesa ACSM, ya está listo. A bordo irán 38 técnicos y tripulantes

18 sep 2024 . Actualizado a las 21:28 h.

Arranca la misión para investigar el peor accidente que ha sufrido la pesca gallega en su historia reciente. El personal de la empresa viguesa ACSM, proveedora global de servicios submarinos, ya tiene a punto el Ártabro, buque insignia de su flota junto con el Nautilus. En breve partirá hacia Terranova con 38 técnicos y tripulantes a bordo, además de peritos judiciales y miembros de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM). Será una semana de viaje hasta el escenario del trágico accidente del Villa de Pitanxo, en el que perdieron la vida 21 personas el 15 de febrero del 2022.

ACSM ha dispuesto dos vehículos tripulados a distancia (ROV) para la inspección del pecio en aguas de Canadá. Porta ambos para asegurarse la sustitución en caso de que falle uno de ellos o sufra problemas en el fondo del mar. El primer modelo, el Triton XLX, tiene 150 caballos de potencia y puede alcanzar los 4.000 metros de profundidad. El otro, de cien caballos, se puede sumergir hasta los 2.500 metros. Pese a las diferencias, ambos servirán para alcanzar la profundidad a la que se encuentra el Pitanxo, unos 1.000 metros, según las estimaciones de técnicos al frente de la operación.

Sala de visionado de las imágenes, con los técnicos del buque.
Sala de visionado de las imágenes, con los técnicos del buque. Oscar Vázquez

La misión para topar los restos del buque arrastrero de la armadora Nores, una vez allí, tiene un plazo de quince días para completarse. En este período, deberán localizar la nave en el caladero NAFO e inspeccionarla. ACSM barrerá polígonos de mar de unos veinte kilómetros cuadrados de superficie cada día. La búsqueda será la fase más complicada.

Proceso

Gracias a un sónar de barrido lateral, el buque Ártabro navegará emitiendo ondas que impacten contra el lecho marino. Durante el recorrido, certifican si se han encontrado con protuberancias u objetos. En caso de que el puente de mando considere que puede ser una muestra de interés, el barco se detendrá en esa localización mediante el sistema posicionamiento dinámico. En esta fase, los técnicos de ACSM lanzarán el ROV hasta el punto detectado.

El Triton seguirá conectado al Ártabro mediante el que se conoce como cable «umbilical». Su misión es la de realizar una grabación del pecio para entregársela luego al Ministerio de Transportes, que es el organismo que ha encargado la misión. La nitidez de las imágenes estará determinada por la claridad del fondo marino y servirá para aclarar circunstancias del naufragio.

Una empresa que suma 200 trabajadores y con mucho bagaje en buscar pecios

La compañía viguesa ACSM ha logrado posicionarse en los últimos años como una de las firmas más recurridas a nivel internacional para la búsqueda de pecios. El crecimiento de esta empresa capitaneada por José Cubeiro es evidente, como demuestra el hecho de que hayan aumentado su plantilla hasta los 200 trabajadores (en el 2021 eran 150). Y seguirán incorporando personal especializado.

La del Pitanxo será una misión especialmente relevante para la compañía, por toda la expectación y el apoyo social que ha recibido la petición de bajada. Pero la empresa ya tiene trayectoria en la búsqueda de pecios. En febrero de este año, un equipo de técnicos de ACSM se desplazaron hasta Rávena para esclarecer el accidente entre el pesquero Lugarain y el mercante Mika, que terminó con el primero de ellos en el fondo del mar. La Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) escogió la propuesta formulada por la viguesa para la investigación, que también se centró en la inspección de la nave en el fondo del mar, a unos 24 metros de profundidad. Apenas dos semanas después, otros técnicos de la compañía acudieron a la costa oeste de Francia para analizar e inspeccionar otro pesquero.

Visionado

En todos estos casos, y como ocurrirá con el Pitanxo, los equipos de ACSM únicamente tienen encomendada la tarea de filmar el estado de los barcos hundidos. El visionado de las imágenes es responsabilidad del organismo o la administración al frente de la investigación, como en Italia hizo la EMSA. Cada una de las escenas es confidencial.