El juez exime al Concello de Vigo de pagar por los accidentes con jabalíes en sus carreteras

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Rubens

La víctima de un siniestro fue a juicio por la mala señalización e iluminación del vial

23 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener la mala suerte de atropellar a un jabalí que irrumpe de manera sorpresiva en la carretera supone un gran susto para el conductor y también consecuencias económicas si no cuenta con un buen seguro. El juez ha eximido en una reciente sentencia cualquier responsabilidad del Ayuntamiento en un siniestro ocurrido en la avenida de Clara Campoamor. Un conductor sufrió una colisión tras no poder esquivar a un jabalí que saltó inesperadamente a la carretera durante la noche. El hombre colisionó frontalmente con su vehículo contra el animal, produciendo unos daños cuya reparación fue valorada en más de 1.800 euros.

El fallo libra a la administración local de tener que pagar ninguna indemnización, a pesar de que los policías locales reconocieron en un informe la mala iluminación de la carretera y la ausencia de señalización vertical advirtiendo del peligro en el tramo en el que se produjo el accidente. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Vigo se aferra a un precepto legal que establece que «en accidente de tráfico ocasionados por atropello de especies cinegéticas en las vías públicas, será responsable de los daños a personas o bienes el conductor del vehículo, sin que pueda reclamarse por el valor de los animales que irrumpan en aquellas». De esta forma, el magistrado ha desestimado la demanda que el afectado por el siniestro presentó en el juzgado después de que el Concello no atendiera su reclamación administrativa. «La norma es clara, dice lo que dice, aunque no contente a los intereses de las entidades aseguradoras de vehículos, y dice que el responsable es el conductor del vehículo», expresa el magistrado en el fallo. En la avenida de Clara Campoamor, como en el resto de las vías municipales, no se dan las circunstancias para que el Concello se haga responsable de este tipo de incidentes. Por ejemplo, son responsables de los daños a personas o bienes el titular del aprovechamiento cinegético o el propietario del terreno cuando el accidente de tráfico sea consecuencia directa de una acción de caza colectiva llevada a cabo el mismo día o doce horas después. Esta posibilidad ya se descartó en el juicio tras aportar el Concello un informe de la Xunta que rechaza que la zona en la que tuvo lugar el accidente constituya un espacio cinegético.

Si el choque con el animal se hubiese producido en una autopista o cualquier otra vía de alta capacidad o prestaciones cuyo perímetro debe estar vallado, la víctima tendría derecho a reclamar una indemnización. La administración competente podría ser condenada «en caso de que se acredite que el titular no ha reparado la valla en plazo», expresa la sentencia. 

Tramo urbano

El juez descarta la primera excepción porque la avenida de Clara Campoamor merece la consideración de tramo urbano o travesía y no existe la obligación del Concello de vallarla en todo su perímetro.

La víctima también podría haber acreditado, no solo la ausencia de una señal específica, sino también que el tramo concreto donde se produjo el accidente es de alta accidentalidad por la incidencia de este tipo de siniestros «y respecto de esto nada hay», señala el fallo judicial.

La sentencia considera que los particulares deben soportar este tipo daños y que el conductor del coche será el responsable en primer término. «Residualmente, existe la posibilidad de que lo sea la administración titular de la vía, siempre que se pruebe la concurrencia de una serie de circunstancias que, en el presente caso, no se han probado». Al menos, el demandante no tendrá que pagar las costas del juicio «en atención al hecho de que se combatiese un siempre censurable silencio del Concello», según el fallo judicial.

La irrupción de animales salvajes se incrementó durante la pandemia

En Vigo y su área, se ha observado un creciente problema relacionado con la presencia de jabalíes en las calzadas y zonas residenciales. Estos animales salvajes han comenzado a adentrarse en áreas urbanas en busca de alimento y refugio, lo que ha generado preocupación y malestar entre los residentes. Se trata de un problema que fue en aumento durante el confinamiento. Los animales salvajes perdieron el miedo a transitar por unas calles vacías.

La presencia de jabalíes en la calzada representa un riesgo significativo para la seguridad vial. Los animales pueden aparecer repentinamente, causando colisiones y accidentes automovilísticos que ponen en peligro tanto a los conductores como a los propios jabalíes. Además, los jabalíes han comenzado a adentrarse en zonas residenciales en busca de alimentos, causando daños en jardines, áreas verdes y cultivos. En Canido aparecieron más de una docena de jabalíes que llegaron hasta la playa y arrasaron las huertas y las cercas de las viviendas que están en la parte interior de esta parroquia.

Preocupación vecinal

Esto ha generado preocupación entre los residentes, quienes se sienten amenazados y temen por su seguridad y la de sus propiedades. Se produjo una gran preocupación vecinal. Muchos vecinos tenían miedo a caminar de noche por la posiblidad de ser atacados por estos ejemplares. Según el técnico de Medioambiente, habría más de 20 jabalíes viviendo en la Xunqueira de O Vao, un paraje natural rodeado de viviendas cercano a la costa. Los residentes reclaman medidas para evitar cualquier peligro.