El arte de creación colectiva que invita a pensar en la fragilidad de la vivienda se extiende por Vigo
VIGO
Una ciudad de cartón fruto de un taller colectivo elaborado en el Marco se puede ver en la calle del Príncipe
14 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un mar de envases de cartón convertidas en una pequeña ciudad de cartón piedra para elfos y otros seres mágicos de pequeño tamaño sorprendió ayer por la tarde a los cientos de personas que cada día transitan por la calle del Príncipe. Los embalajes que adquirieron formas urbanas formaban parte del proyecto Casas de Cartón, que comenzó en el museo Marco el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, y llegó a su fin tras varias semanas de la celebración de un taller que contó con la participación de un gran número de personas (más de 70), grupos de 490 escolares de varios ciclos educativos de doce centros de enseñanza del área de Vigo., colectivos y asociaciones bajo la dirección del artista y doctor en Bellas Artes Ignacio Pérez-Jofre. La instalación resultante, una gran ciudad de cartón, se construyó delante de la fachada principal del museo.
El taller de creación colectiva proponía la construcción de casas y edificios a partir de piezas de cartón para montar una instalación en la calle, como resultado de la suma de las aportaciones de cada participante.
Este proyecto fue elegido por el Marco como eje de su programación por su coherencia y relevancia respecto al lema del ICOM en esta edición del 2023: Museos, sostenibilidad y bienestar, ya que Casas de Cartón pretendía, explican, «incentivar una reflexión sobre las implicaciones metafóricas derivadas de la unión de un material tan endeble y un motivo tan sólido como la consecución de un hogar y la capacidad de generar un pensamiento visual crítico sobre urbanismo, arquitectura, desigualdad y exclusión residencial». La ciudad de cartón se quedará unos días frente a la fachada del museo vigués para visibilizar esta realidad.
La experiencia parte de una similar, pero con menos participantes, desarrollada el año pasado por el mismo artista y organizada por la oenegé Emaús y el colectivo Provivienda, que sobre el mismo apunta que «nestes tempos nos que a vivenda tense convertido nun ben de luxo, a exclusión residencial afecta cada día a máis persoas e familias, vendo sistemáticamente vulnerado o dereito a unha vivenda digna». Más allá de sus connotaciones simbólicas, y gracias a una concepción y metodología participativas, el primer proyecto tenía otros objetivos en aquel caso, que eran lograr la interacción de públicos diversos con la implicación de personas de muy variada procedencia, en línea con la idea de los encuentros improbables que promueve Emaús.
Pérez-Jofre, profesor en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, es un experto en el uso de material de desecho en su trayectoria. En sus trabajos ha utilizado soportes encontrados como cascotes, tablas, carteles o servilletas de papel, que le sirven no solo como sustento para el material pictórico. Su obra se centra en la observación y descripción de lo visible y se identifica con lo cotidiano: cosas, gente y lugares de su entorno cercano se convierten en motivo de reflexión y contemplación.
Esa observación directa de fragmentos de realidad y su traducción a un medio pictórico o de dibujo le impulsan a pintar del natural, lo que enfatiza la importancia de la proximidad y la experiencia del espacio y el momento específico. Pintar objetos encontrados en la calle forma parte de su modus operandi. De hecho, en su último trabajo individual que presentó en la Fundación Laxeiro estaba inspirado en las baldosas de las calles de Vigo.