Las fugas de agua en la red de tuberías podrían rondar el 30 % del caudal
12 nov 2023 . Actualizado a las 20:30 h.Podría parecer absurdo que con la que está cayendo (nunca mejor dicho) nos pongamos a hablar de ahorro y uso eficiente del agua, pero es precisamente ahora, cuando no estamos en situación de emergencia por sequía sino más bien todo lo contrario, cuando deberíamos planificar las medidas que nos ayuden a evitar llegar otra vez a una situación de emergencia.
Estas semanas serían el momento perfecto para un dragado a fondo de las presas de abastecimiento: primero en Zamáns y, una vez sedimentados los lodos, lo mismo en Eiras. Esos lodos, libres de contaminación química en ambos embalses, serían un excelente sustrato para la recuperación de los suelos incendiados en el entorno de ambas presas. Esta actuación conseguiría recuperar alrededor de un 30 % de capacidad de agua embalsada, ayudaría a recuperar espacios degradados, tendría un impacto ambiental muy bajo y, por supuesto, sería infinitamente más barato que hacer trasvases o nuevas presas. Quizás esto último, que resulte más barato que otras opciones que se barajan, es el problema para que no se haga.
Otra medida que deberíamos aplicar cuanto antes consiste en evitar las pérdidas de agua que se producen en la red de abastecimiento, que según los datos oficiales de la administración rondan una media del 30 %. En Vigo es difícil saber la cuantía de esas pérdidas derivadas de las fugas en la red de abastecimiento, que supera los mil kilómetros de tuberías, pues no existe un dato oficial y las declaraciones políticas, como suele suceder, varían en función del humor de quien las realiza y van desde el «prácticamente nada, prácticamente cero» a «el 10%, que es lo mínimo que se puede conseguir» o al 8% (luego el 10% no era lo mínimo posible), el 20 % y así sucesivamente, según el interlocutor de que se trate.
Lo que podemos comprobar, especialmente en el rural, son las labores de parcheo constantes, lo que no es precisamente un buen indicador. Para solucionar el problema lo primero que necesitamos es conocer la magnitud del problema, y en este caso el Concello de Vigo es uno de los que han hecho oídos sordos a la petición de informes por parte de Augas de Galicia que ofrecía colaboración técnica y económica a los concellos para corregir y prevenir fugas de agua. Pero tenemos una buena noticia, aunque con un pequeño matiz y una duda. La buena noticia es que hace apenas una semana el Concello anunciaba la puesta en marcha de una gran actuación para localizar y eliminar las fugas de agua en la red de abastecimiento municipal. Nada menos que 217.000 euros destinados a esta importante finalidad. La duda sería ¿y esto no lo tendría que hacer, y pagar, la concesionaria del servicio? Y el matiz vendría siendo que estamos volviendo a anunciar lo ya anunciado. En mayo de 2012 se dijo exactamente lo mismo pero, eso sí, entonces a cargo de la concesionaria. Si hace 11 años ya anunciábamos la implantación de «un sistema inteligente de detección de fugas de agua»… ¿Al final no era tan inteligente aquel sistema o no se llegó a instalar? Como bien se decía entonces por parte del alcalde, Abel Caballero, ahorrar agua supone «ahorro de dinero y hacer una ciudad sostenible» no podemos estar más de acuerdo, por eso nos preguntamos por qué no nos lo tomamos en serio y solo nos acordamos del agua cuando estamos en situación de emergencia, en lugar de actuar para evitar llegar a las situaciones de emergencia.