Urbanismo decreta el cese de todas las actividades en la «joya» del Casco Vello
14 nov 2023 . Actualizado a las 19:12 h.El Concello de Vigo ha abierto un expediente de protección de la legalidad urbanística y ha ordenado el «cese de toda la actividad» que se viene desarrollando en el Palacio de la Oliva. Tras una millonaria inversión de la compañía pesquera Interatlantic, el histórico edificio del Casco Vello, se ha convertido un establecimiento de referencia en la ciudad con su oferta de restauración y de ocio nocturno. Un año después de su apertura, los técnicos de Urbanismo concluyen que no tienen autorización para desarrollar sus actividades. La Gerencia de Urbanismo emitió una resolución el 20 de octubre por la cual ordena a la empresa la «total interrupción de la actividad» en el establecimiento ubicado en el número 2 de la calle Oliva. Los responsables del negocio no quisieron ayer valorar esta orden.
Paralelamente, el Concello ha abierto otro expediente contra este negocio. Se trata de un procedimiento de ineficacia de la comunicación previa de inicio de actividad. La empresa informó en octubre del año pasado del inicio de sus actividades, pero el Concello detectó una serie de deficiencias que no fueron subsanadas, lo que motivó la reciente apertura de dicho expediente, que todavía se encuentra en una fase inicial.
La empresa Getting Back Stones, perteneciente a la matriz Interatlántic, ha presentado un recurso de reposición contra la orden de cese de las actividades. Solicitan que se quede sin efecto porque creen que es nula de pleno derecho, además de arbitraria y no descartan pedir responsabilidades al Ayuntamiento por las pérdidas que esta medida les puede ocasionar.
La sociedad responsable del negocio defiende que el Palacio de la Oliva cuenta con una licencia municipal para el desarrollo de actividad sociocultural y recreativa, en la que se comprenden de manera expresa las actividades de restaurante, cafetería, bar, salas de presentaciones, exposiciones y conferencias».
Argumenta que la propia licencia especifica que el palacio es un edificio muy polivalente en el que tienen cabida todas las actividades que llevan a cabo desde que abrieron sus puertas al público hace un año. Un informe del arquitecto municipal lo hace constar así de manera expresa.
Comunicación previa
Tras disponer de la licencia, presentaron la correspondiente comunicación o declaración de inicio de actividad, con el objetivo de disponer del permiso para poder comenzar a explotar el inmueble. La empresa propietaria del Palacio de la Oliva se aferra a que la comunicación previa es lo que les habilita para el desarrollo de unas actividades que aseguran que fueron previamente autorizadas.
La Gerencia de Urbanismo pone en entredicho las actividades que se desarrollan en una de las joyas arquitectónicas del Casco Vello. El Palacio de la Oliva se ha convertido en un lugar de moda en Vigo, con una discoteca, un local de copas con acceso a sus terrazas y una oferta gastronómica capitaneada por el estrella Michelín Pepe Solla.
Como telón de fondo a los expedientes municipales, se encuentran las quejas de los vecinos y hosteleros del entorno por el ruido que ocasiona la discoteca. Numerosas familias y clientes de los hoteles cercanos no pueden conciliar el sueño durante los fines de semana debido al ruido de la música a todo volumen. Los residentes también se quejan de los escándalos que se forman en el exterior del recinto y demandan un mayor control por parte de las autoridades. Muchos vecinos han llamado al Ayuntamiento para protestar por esta situación y también han avisado a la Policía Local.
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La empresa alerta de que perderá un millón de euros mensuales
La empresa Interatlántic advierte que una orden de cese inmediato de toda la actividad supondría unas pérdidas económicas que no podrían asumir. La paralización de sus actividades les supondría penalizaciones por cancelaciones y anulaciones. Al mismo tiempo, se verían en la tesitura de tener que despedir a casi todos los miembros de su plantilla, tanto de trabajadores fijos como eventuales. Todos los materiales y provisiones que tienen actualmente almacenados en previsión de una actividad normal se echarían a perder. Cifran las pérdidas ocasionadas por la orden municipal en más de un millón de euros mensuales, sin computar las penalizaciones por la cancelación de determinados eventos y la rescisión de contratos. El negocio no podría seguir a flote si no pueden desempeñando su modelo de negocio.
No solo es lo que pierden, sino también lo que dejan de ingresar. La orden de cese no ha podido llegarles en peor momento, a las puertas de la Navidad, del puente de la Constitución y sin poder aprovechar el tirón que supone la llegada de miles de visitantes a la ciudad olívica para disfrutar del alumbrado navideño.
Por otro lado, está el impacto negativo sobre la imagen y prestigio de la empresa, que actualmente se encuentra muy bien posicionada, al haber conseguido que el Palacio de la Oliva sea el lugar de encuentro elegido por cientos de personas cada fin de semana. Creen que estos perjuicios excederán a la esfera de la empresa y alcanzarán a un gran número de operadores económicos. La empresa no descarta pedir responsabilidades al Concello por unos perjuicios económicos que consideran que no tienen el deber jurídico de soportar.