Concha, la niña que guiaba bueyes en Covelo, cumple 108 años

Monica Torres
Mónica Torres COVELO / LA VOZ

VIGO

Cedida

Nació durante la I Guerra Mundial, emigró a Alemania para trabajar en una fábrica de porcelana y suministró los productos de su huerta a la familia hasta que las fuerzas flaquearon

29 nov 2023 . Actualizado a las 00:27 h.

Concepción Val Cousiño, vecina de Covelo, acaba de cumpir 108 años con el reconocimiento y el cariño de todo su pueblo. El alcalde, Pablo Castillo, la concejala María Valiño y el exconcejal José María Vázquez se acercaron a la residencia de mayores de Coia, donde su familia la visita semanalmente, para entregarle un regalo a la covelense más longeva.

Concha nació el 21 de noviembre de 1915 en el lugar de Pencellos, en Maceira. Conoció el duro trabajo en el campo siendo solo una niña, familiarizándose con algunas tareas. De pequeña acompañaba a su padre con el carro y guiaba a los bueyes que llevaban las piedras para la construcción de la central eléctrica de Maceira. A los 48 años, empujada por las circunstancias, emigró a Alemania para trabajar en una fábrica de porcelana. Allí estuvo doce años, hasta que regresó a su tierra. «Ata o último día que puido calcetou para toda a familia e prolongou ata o máximo posible a súa estancia en Maceira, onde tivo todo tipo de animais: galiñas, porcos, ovellas, vacas… e unha horta capaz de subministrar a todos os fillos e netos cada fin de semana», cuentan en el Concello.

Concha es de esas gallegas que echan mano del refranero y de la sabiduría popular para apuntalar sus argumentos «Sempre ten o as para matar o tres», explican sus familiares. Mujer luchadorai, y de ideas claras, ha sido testigo de cambios sociales y de la mayor parte de los grandes acontecimientos del siglo XX y de lo que llevamos del XXI. Vino al mundo durante la Primera Guerra Mundial y hoy la contemplan dos hijos, Carmen y Valentín, tres nietos, Silvia, Víctor y David, y dos bisnietas, Sara y Alicia. El recuerdo de su hermano Sergio, que vive en Uruguay, no la abandona. Por supuesto, también el de su marido Valentín, fallecido hace años.