Consideran «desactualizadas» las ofertas de Surco y Meifus Global
02 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Las cinco entidades bancarias que salieron al rescate hace una década de Maderas Iglesias, cuando entró en concurso de acreedores, han terminado bloqueando la venta de la compañía. El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra estimó este año íntegramente la demanda promovida por Abanca, Banco Sabadell, BBVA, Eco IV Acquisition i Sarl y Bankinter porque la fabricante de tarimas no había cumplido el calendario de pagos establecido en el 2013. La sentencia aceleró la liquidación de esta empresa mientras dos firmas se postularon para adquirirla: Surco y Meifus Global Holding. Pero ambas propuestas han sido descartadas por las entidades financieras porque consideran sus ofertas como «desactualizadas».
«Se finalmente non permiten a compra, o futuro desta empresa é o peche», lamenta Vicente Molares, presidente del comité de Maderas Iglesias por la CIG. Lamenta que haya 164 puestos de trabajo en el aire, la mayoría ocupados por mujeres y con una edad media que supera los 40 años. De ahí que CC.OO., UGT y CIG se aferren ahora a una reunión con la Xunta de Galicia para convencerles de que exijan a los bancos «que reconsideren a súa posición e aporten un novo enfoque que permita a venda da unidade produtiva e a continuidade dos postos de traballo que se tiñan comprometido nas distintas ofertas presentadas no Xulgado do Mercantil». Los trabajadores están acogidos a un ERTE suspensivo desde el 1 de octubre.
Maderas Iglesias solo cubrió en plazo 836.447 euros de los 4,25 millones que debía haber retribuido hasta el 2023. La deuda de la compañía con los bancos se extendía hasta el 2030, con un valor de 17,03 millones de euros. Así que la negociación de la quita ha resultado clave en las conversaciones entre las entidades de crédito y las dos empresas que se han interesado en la unidad productiva de Maderas Iglesias. Desde Surco precisan a este periódico que han realizado una oferta estimada de 9,4 millones de euros (entre la compra de la unidad productiva, subrogación en la deuda con la seguridad social correspondiente a los trabajadores y asumir un pasivo contingente ante un eventual despido). La firma vasca asimismo preveía una inversión de 1 millón de euros para automatizar la fábrica. Meifus, por su parte, planteó una compra valorada en 2 millones de euros y dar continuidad a 75 empleados de O Porriño. Ambas propuestas se han considerado como «desactualizadas».
Alta productividad
La parte social se aferra a una reunión que mantendrán con el Igape «próximamente». Consideran «ineficaces» las actuaciones de la Consellería de Industria. Y lamentan que no haya existido un plan de acción para una empresa que, paradójicamente, atravesaba una etapa de alta productividad cuando se procedió a la apertura de fase de liquidación. Estados Unidos era uno de los principales mercados de esta empresa.