
Calabizo, la marca viguesa que inventó el embutido vegetariano de calabaza, lanza untables que comienzan con el paté oriental con un toque gallego e ingredientes de calidad como el aceite de oliva virgen extra
29 dic 2023 . Actualizado a las 01:38 h.Hace una década, tres profesionales viguesas, dos ingenieras y una licenciada en Económicas, tuvieron la idea de elaborar un embutido sin carne (hecho fundamentalmente con calabaza curada, nacional, y toda la gallega que encuentran). Gracias a este invento, los vegetarianos y veganos del planeta ya no tienen por qué renunciar al sabor del chorizo, porque el Calabizo, que es su marca registrada y patentada, lo clava. Tras un largo proceso de investigación y la puesta en marcha de todo el operativo, el producto comenzó a conquistar el mercado en el 2016.
Edurne Sendra, ingeniera agrónoma, lleva desde 1998 dedicada al mundo de la industria agroalimentaria. Sofía Calvo, ingeniera técnica agrícola, es una apasionada de la cocina y ha dedicado más de quince años a la restauración, los dos últimos especializada en restaurantes vegetarianos. Una de sus tareas en Calabizo es pensar y desarrollar nuevos platos vegetales siguiendo la filosofía del proyecto que completa Keila Pousa, economista y responsable del área comercial. La nueva aventura es un hummus que también lleva calabaza como ingrediente principal.
«Creamos seis variedades, pero este es el primero», apostilla Edurne, que aclara que «lo occidentalizamos porque realmente sabe a garbanzos con chorizo, pero con el toque oriental del sésamo». Respecto a la enorme variedad que hay en el mercado, explica que el suyo tiene un porcentaje muy alto de aceite de oliva virgen extra, más de 11 %. «Hay muchos en las tiendas que tienen aceite de nabina, de girasol u otros, y lógicamente, son más baratos. O usan garbanzos de México o de Argentina, variedades de segunda que permiten otros precios, pero los nuestros son de León y de la variedad manteca, la misma que para el potaje. Las especias llevan tajín y el pimentón es de la Vera», advierte añadiendo que define a la empresa co es que sus materias primas son siempre nacionales y de alta calidad. «Es otra historia, hay un por qué en todo lo que hacemos», señala sobre una firma cien por cien vegetal que no emplea ningún tipo de aditivo alimentario, «solo lo que cualquier persona podría tener en su despensa», asegura.
El producto, que ya está en las tiendas, está teniendo una muy buena acogida. Sendra sostiene que el hummus es un untable «muy conocido, pero en un tramo de edad bajo. Por encima de los 50 años, la gente no lo controla demasiado, pero este tiene un punto de chorizo que recuerda al cocido y convence a consumidores no acostumbrados a él, con un gusto menos exótico. La untuosidad se la da el sésamo y el aceite, es un hummus castizo, más nuestro», razona sobre este producto gallego con sabor adulto para el que han ensayado más de 50 recetas hasta llegar a la que consideraron perfecta.
La empresa que nació en Vigo aunque su base está en el polígono de Porto do Molle, en Nigrán, está a punto de trasladarse a una nave más grande. Están abriendo más posibilidades en un universo de platos donde tiene cabida el Calabizo. Por ejemplo, en la hostelería, donde hasta ahora no se habían metido. Este año se estrenaron con La Pepita, que tiene una hamburguesa que lleva su producto estrella, y casi media docena de restaurantes en Barcelona que tienen en carta platos con el embutido de calabaza. «Y están a punto de salir alianzas importantes», avanza sobre un crecimiento que avanza con la ampliación de la gama de platos preparados y los untables. «El siguiente en salir será de Calabizo picante, y el resto están en desarrollo, tres de ellos, con otros vegetales, sin calabaza, para lograr sabores más frescos, que encajen, por ejemplo, con una cerveza», argumenta. El medio natural de la firma viguesa son las tiendas pequeñas, de cercanía, aunque también disponen de tienda online en su web. Pero todo lo que hacen está regido por la sostenibilidad. Por eso el envase del hummus es de aluminio, un material reciclable sin bisfenoles, que también encarece, «pero es el granito de arena. ¿Sostenible y con plástico?, no», razona.
Un poco de historia
Calabizo estrenó sello ecológico poco después de sacar su primer producto. Luego lanzaron un plato preparado, el potaje de garbanzos con Calabizo. El parón del año del covid, con cierre por falta de materia prima, se encerraron a investigar y diseñar los untables. Elaboran también preparados de lentejas y alubias para el mercado extranjero, un mercado que les interesa «pero no a costa de perder nuestra esencia ni el control de nuestro producto», afirman. Aún así, Calabizo se puede encontrar en países como Estados Unidos, Italia, Suiza, Francia... «Inglaterra ya no, porque el Brexit lo hizo muy complicado», reconocen.