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Los diseñadores de La Canalla, que recuperan la memoria textil de las familias, organizan un curso de reciclaje inspirado en la sostenibilidad
03 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Yo tuve mi primer vaquero con 14 años, era un vaquero verde de pana, heredado», recuerda el diseñador Fran Soto sobre unos tiempos que, en ese aspecto, no se parecen en nada a los actuales en los que ya no se hereda la ropa y la moda ya no se renueva por temporadas, sino que se lanzan novedades casi cada día destinadas al consumo rápido. La firma textil viguesa La Canalla lleva años nadando a contracorriente, tratando de dar valor a la ropa en vez de meterse en la vorágine del usar y tirar. Fran y su hermana Patricia han llevado a cabo numerosas iniciativas para promover la sostenibilidad y el consumo responsable, y la semana que viene inician una nueva en la que puede participar el público.
Dos años después de cerrar la tienda al público (ahora trabajan por encargo en su taller) abrieron una especie de micromecenazgo con el cual la clientela aportaba desde 5 a cien euros al mes para colaborar en la apertura de la primera tienda online que tuvieron. Se podían hacer desde piezas de colección a proyectos personales. «La primera fue una chica que nos trajo un abrigo de su tía, hecho de esa lana con ondas que recuerda al astracán. Estaba muy deteriorado y nos pidió si podíamos recuperarlo», cuenta. Ese fue el debut de La Canalla al Rescate que hicieron. A partir de ahí lo ampliaron, recibiendo habitualmente prendas con un valor sentimental o emocional «que normalmente nos traen mujeres, ropa de sus padres, madres, abuelas... los hombres no suelen tener tanta implicación en la memoria textil familiar», según han podido comprobar en esta experiencia. «En tiempos de usar y tirar, las prendas no perduran tanto, pero todos tenemos en nuestra memoria algo ligado a alguna», reflexiona. Hace cinco años hicieron un curso para personas que estaban en el paro e implicaron también a una oenegé que les cedió un montón de vaqueros.
La propuesta era sacar el patrón de una de las piezas de la colección de La Canalla desde el 2017 que bautizaron como chandaleiro, convirtiendo los jeans en una especie de jersey. El chandaleiro es un elemento creado por ellos desde una perspectiva actual, con un patronaje muy limpio y una gama de azules infinito, un degradado en denim que nos remite a aquellos cuadros de Lodeiro en los que pintaba franjas de geometrías de color, siempre con un punto muy artístico
Con lo que sobraba de tela no aprovechable hacían un cojín para el rellenos y piezas como la cremallera o los botones se integraban como adornos. «En este momento posnavideño decidimos repetir el curso», cuenta añadiendo que empieza el miércoles, 7 de febrero, durará un meses dividido en varias sesiones de tres horas y tendrá lugar en su propio taller.
«Deshaciendo aprendes»
Como explica el modisto, además de la parte práctica, añaden una teórica en la que tratan de transmitir a las personas participantes algo que les importa mucho, la vertiente social y medioambiental de su labor. «Normalmente los vaqueros baratos están fabricados en Bangladés, donde los algodones se producen de forma muy masiva, con mucho consumo de agua, los tintes son muy contaminantes, los aclarados y lavados a la piedra son muy nocivos para los trabajadores», enumera Soto. En el curso, el alumnado también hará el despiece el vaquero para ver cómo está confeccionado. «Deshaciendo aprendes mucho de patronaje, es más fácil entender cómo se unen las piezas para crear el volumen del cuerpo», asegura el profesional, que indica que la intención final es alargar la vida útil de la ropa aportando diseño y contemporaneidad. «Quedan muy pocas plazas y es un curso caro», advierte Fran, pero quien aún así quiera hacerlo, puede ponerse en contacto con ellos en el correo lacanalla.vigo@gmail.com