La Tapadera renueva el menú de entroido con tortilla de grelos, croquetas de lacón y empanada de chorizo
16 feb 2024 . Actualizado a las 02:05 h.Las fiestas del entroido han llegado a su fin, al menos en Vigo, donde ayer, la comitiva de luto despidió al meco convertido ya en cenizas. En el área metropolitana aún quedan unas cuantas citas pendientes, unas debido al temporal Karlotta y otras, porque siempre lo despiden más tarde. Pero la tristeza se puede paliar dando alegría al paladar. La resaca carnavalera viguesa todavía se puede disfrutar en los platos. Los postres típicos de la época, las orejas y las filloas, aún se podrán encontrar durante toda esta semana en las pastelerías. Además, la hostelería se suma a la tendencia culinaria de la temporada, en la que abundan los platos de cocido y de lacón con grelos.
Para renovar el panorama llegan nuevas propuestas contemporáneas que le dan un aire nuevo a la tradición. Es el caso de La Tapadera, un local vigués especializado en tortilla y croquetas cuya actividad se comenzó a viralizar a raíz de su iniciativa de sortear un año de croquetas entre sus seguidores en redes sociales.
Ha pasado un año desde su apertura y desde entonces se han producido una serie de cambios. Para empezar, Natalia Rey, la dueña del local ubicado en el corazón del Casco Vello (Teófilo Llorente, 16), destaca que han mejorado la receta de la tortilla. «Ya estaba buena, pero ahora está aún mejor», asegura la joven viguesa hablando de la reina de su carta que, en este caso, es una versión de la de Betanzos: «Poco cuajada, con patata cortada muy final, y... con cebolla». Este último ingrediente es el que la separa de las más famosas de Galicia, y como aclara, lo hacen así porque quieren añadirle su propia personalidad, «no hacer una mera copia».
Otro de los cambios es la dinamización del local a través de eventos temáticos aproximadamente cada mes. Aquí es donde entra en juego el carnaval, ya que este mes, el entroido es el protagonista y por eso ofrecen hasta el día 24 de febrero, un menú en el que hay guiños a la gastronomía de esta etapa del año que es bastante complicada para la hostelería después de los fastos de Navidad y la cuesta de enero.
La responsable del establecimiento cuenta que la intención es darle un toque actual sin perder la esencia y usando, siempre que se puede, producto de cercanía y proveedores locales, de la zona y preferentemente, del mercado que tienen a escasos metros, el de O Berbés. El ágape carnavalero se compone, de primero, de empanada de chorizo y pisto, seguido de pimientos de Padrón, croquetas de lacón, tortilla de grelos con tetilla. «Y de postre, nuestro buque insignia, la tarta de queso ahumado San Simón, que para este momento lleva un añadido especial de membrillo y nueces», cuenta sobre un menú que es «para compartir y con barra libre de bebida», explica sobre una iniciativa con la que pretenden acercar a clientela nueva. «Nos queda mucho mercado por darnos a conocer», advierte la emprendedora viguesa, que comparte proyecto con la pontevedresa Raquel Morales en la gerencia y el brasileño Paulo Luft como jefe de cocina, que se encarga de dar color a las ideas que proponen entre todos. «Es un trabajo de equipo», advierte Natalia, apasionada de la hostelería desde muy joven y «la oveja negra de la familia» porque sus antecedentes están al otro lado del mostrador. «Mi padre trabajó en Pepsi, mi abuelo paterno en Schweppes y el materno era proveedor hostelería para buques. A mi me gustaba ese mundo pero no terminaba de encajar hasta que descubrí mi vocación al conocer el Centro Superior de Hostelería de Galicia. Me enamoré», reconoce. Tras trabajar en hoteles por medio mundo, desde Canarias a República Dominicana, encontró la horma de su zapato con Morales, excompañera de estudios con la que congenia a la perfección en La Tapadera.
Tortilla a domicilio
Con su último proyecto «y apuesta más personal», subraya, quiere hacer un homenaje a la cocina de las abuelas, empezando por la suya y extendiéndolo al resto, valorando el tiempo y el engorro que supone hacer unas buenas croquetas, con tiempo y con cariño, al igual que la tortilla. «Nosotros nos ocupamos de todo para que la gente las disfrute y la pueden tomar aquí, o se las llevamos a casa», advierte sobre un servicio de delivery escaso en Vigo para este producto, que pusieron en marcha hace unos meses.
Natalia Rey fue corresponsable de la primera cocina fantasma de Vigo: The Phantom Kitchen. Después abrió Terrabowls, el local de pokes que reemplazó por La Tapadera. «Nos alejamos de la oferta clásica, preferimos una carta con pocas cosas que estén ricas y salgan rápido, que tener 50 y no poder garantizar que los platos salgan bien», argumenta anunciando que en marzo celebrarán una ruta de la tortilla por el Casco Vello en colaboración con otros establecimientos de la zona. La Tapadera desmiente ser «un restaurante para guiris. Lo hemos visto en redes y es incierto, nuestro objetivo es posicionarnos como referente local cuando te apetece tomar tapas de calidad a buenos precios».