El nuevo ascensor que conecta Vialia con Urzaiz cumple más de 40 días sin dar servicio
VIGO
El aparato, que costó casi 400.000 euros y lleva a los viajeros a las paradas de Vitrasa, está pendiente de reparación desde el pasado 16 de abril
28 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El ascensor de Urzaiz que salva en 16 segundos una altura de 12,5 metros entre la desaparecida plaza de la Estación y Vía Norte lleva camino de cumplir mes y medio parado.
Cada día se acercan a sus puertas decenas de personas con sus maletas, con carritos o con las manos en los bolsillos, y se dan la vuelta al darse cuenta de que el aparato no funciona. No hay carteles que adviertan de su inactividad, pero se adivina rápidamente echando un ojo, sobre todo si se hace desde la planta inferior, ya que es allí donde se encuentra el cajón del elevador. El ascensor conecta las estaciones de autobús y tren con la parada de Vitrasa más cercana.
El Concello indica a través del servicio de información 010 que quedó inutilizado tras un acto de vandalismo que produjo destrozos en la barra agarradera interior y en una puerta, pero la empresa encargada desde septiembre del 2023 de su mantenimiento —TK Elevadores España,S.L— tiene registrado el primer aviso de este percance el 16 de abril.
Desde en teléfono de atención al cliente de TK Elevator, la nueva marca de Thyssenkrupp Elevator que atiende desde Madrid para toda España, señalan que las averías que se producen en ascensores que dependen de organismos públicos como ayuntamientos u otros gestores, el plazo para poner solución a cualquier problema técnico se dilata mucho más que cualquier reparación en, por ejemplo, comunidades de vecinos. El cruce de informes de un lado al otro y la necesidad de pasar por varios departamentos para dar el visto bueno al presupuesto, hace que la demora se eternice.
En el contrato de mantenimiento y conservación de los ascensores, rampas y escaleras mecánicas de Vigo para su correcto funcionamiento en condiciones de seguridad, se contemplan servicios «correctivo e preventivo continuo, integral e planificado, que será realizado íntegramente pola empresa adxudicataria». Se explica que la coexistencia los dos tipos de mantenimiento «ten como obxectivo que os equipos instalados teñan un funcionamento operativo sen interrupción todos os días do ano», especifica el acuerdo vigente.
Los alcances del cuidado preventivo abarca actuaciones que incluyen desde la colocación y mantenimiento de los carteles/adhesivos con el horario de funcionamiento «o demais indicacións de uso que o Concello de Vigo considere oportunas» es responsabilidad de la adjudicataria, a la limpieza de los engranajes de los componentes de los aparatos y la de los fosos.
Sin embargo, la limpieza diaria de los elementos y cabinas y de las envolventes y cubiertas «correrán a cargo do Concello de Vigo», pero su estado habitual contrastado con usuarios frecuentes refleja que deja mucho que desear. A mayores, el hecho es que el ascensor va camino de cumplir casi dos meses inutilizado. En el capítulo 8 del pliego técnico del contrato se especifica que el adjudicatario queda expresamente «obrigado a asumir os custos de reparación das deterioracións que puidesen ocasionarse nas instalacións como consecuencia de actos vandálicos exercidos sobre as mesmas».
El precio del mantenimiento de este ascensor, que se estrenó en octubre de 2022, tiene una capacidad para 13 personas y puede operar hasta 240 recorridos por hora, es de casi 500 euros al mes.
Los ventanales de la fachada
Al lado de este elevador que costó 387.000 euros y sustituye a la anterior escalinata con 82 peldaños, se colocó una gran jardinera que según Abel Caballero, fue instalada «para embellecer la zona de acceso al ascensor», pero la gente cree que es un cenicero. De hecho, puede que el más grande de Galicia. A su lado se encuentra otro de los elementos recuperados durante su mandato, la fachada de la antigua estación de tren, colocada sobre el muro de la estación, con ventanas ciegas que, más de dos años después de su instalación, carece de mantenimiento. Tanto es así que hasta conserva las pegatinas colocadas por la empresa que instaló los ventanales que no solo no han sido limpiados nunca, sino que en ellos se puede apreciar sin esfuerzo, la identificación dada a cada uno para colocarlos en el orden correcto, garabateada a rayazos sobre la superficie de los vidrieras: «Nº 4 vista ext.» , «nº 5 vista ext.» y así hasta los 18 que hay.