El conselleiro de Sanidade dice que los residentes de cuarto pueden atender pacientes sin supervisión

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua SALVATERRA / LA VOZ

VIGO

Antonio Gómez Caamaño, en el centro, durante su visita al centro de salud de Salvaterra
Antonio Gómez Caamaño, en el centro, durante su visita al centro de salud de Salvaterra NPC

El Sergas ha ofrecido a estos médicos que trabajen en verano en los centros de salud; la supervisión consistirá en preguntar dudas a un compañero

11 jun 2024 . Actualizado a las 13:50 h.

El conselleiro de Sanidade defiende que los médicos residentes de cuarto año pueden trabajar de manera autónoma. «La supervisión no es necesaria», ha dicho esta mañana Antonio Gómez Caamaño a La Voz, durante su primera visita a un centro de salud de Galicia, en este caso el de Salvaterra de Miño. El conselleiro ha indicado que el programa formativo de los residentes de familia de cuarto año contempla específicamente que cada vez vayan adquiriendo mayor autonomía hasta ser completamente independientes.

Uno de los planes de Sanidade para este verano consiste en ofrecer a los 127 residentes de cuarto año de la especialidad de familia y a los 26 de pediatría que atiendan pacientes en los centros de salud y hospitales, «bajo supervisión». Esa supervisión será de baja intensidad. Según ha explicado Caamaño, consistirá en que el médico atenderá al paciente él solo y, en caso de que tenga alguna duda, le preguntará a un compañero. El paciente no tiene por qué saber si le está atendiendo un médico que está terminando su residencia o bien un adjunto.

Este mismo martes, el Ministerio de Sanidad ha enviado una carta a las comunidades autónomas para aclarar cómo debe ser la supervisión. El ministerio recuerda que los residentes deben ser capaces de «hacerse cargo de forma autónoma y completa de una consulta de medicina de familia sin la presencia del tutor». Añade: «Se recomienda que la actividad asistencial autónoma se realice de forma progresiva, de tal manera que al finalizar el cuarto año abarque un período no inferior a dos meses». La Xunta entiende que el Gobierno central no solo avala su plan sino que incluso lo recomienda.

Los residentes de cuarto tienen el grado en Medicina, han hecho el examen mir y llevan cuatro años formándose para convertirse en especialista. Esta formación siempre concluye en mayo, pero en el año 2020 la pandemia hizo que los nuevos residentes no se incorporasen en mayo sino en septiembre; por eso ahora todavía no han terminado los últimos meses que les faltan para convertirse en especialistas.

De momento, el Servizo Galego de Saúde no sabe con cuántos cuenta. El conselleiro ha dicho que su departamento está hablando con ellos para saber cuántos están disponibles para ocupar estas plazas, cobrando hasta 2.000 euros extras al mes. Sanidade confía en tener una estimación ya esta semana.

Los números impiden que se puedan cubrir todas las plazas. Actualmente, el Sergas tiene 243 plazas vacantes y ausencias de larga duración en atención primaria. A todos ellos se sumarán los que se vayan de vacaciones. Así que, aunque los 127 residentes de medicina de familia y los 26 de pediatría se quedasen, no habría manera de cubrirlas todas. Pero es que además los mir de familia pueden elegir entre trabajar como médicos de urgencias o hacerlo en centros de salud; y los de pediatría pueden escoger entre primaria y hospital.

El PSdeG tilda de «irresponsable e perigoso» que la Xunta use mires para cubrir vacantes en atención primaria

El exministro José Miñones acusa al Gobierno gallego de actuar con «incapacidade e improvisación»

M. V.

El exministro de Sanidad y actual responsable de ámbito sanitario en el PSdeG, José Miñones, criticó esta mañana que la Xunta ofrezca a los médicos residentes de cuarto año trabajar durante sus últimos meses de formación para cubrir algunas de las vacantes de atención primaria este verano. Según el también presidente de Mercasa, la propuesta del Gobierno gallego es «irresponsable e perigosa», reconociendo que hasta «sería gracioso se non fora pola gravidade» que supone esta «ocorrencia», lo que para el extitular de Sanidad es una nueva muestra de la «incapacidade e improvisación deste Goberno».

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lamentó este lunes que el Ministerio de Sanidad no aceptase la petición de Galicia, junto a otras comunidades, de que los mires ejerciesen estas funciones sin la supervisión de un tutor. Para Miñones, la propuesta del jefe del Gobierno gallego pretendía reducir el tiempo de formación de los mir: «É algo que non esperabamos escoitar nunca». «Non só é negativa para os pacientes, senón tamén para os mir, aos que se carga dunha responsabilidade que non teñen por que asumir», expresó sobre la oferta de la Xunta.

Exigió así que se dejen de «tapar erros con máis irresponsabilidade» y se pase a asumir «dunha vez» las competencias en materia sanitaria, incrementando el presupuesto de la Consellería y dotando a los mir de mayor remuneración, hasta alcanzar «ás contías medias que se abonan no resto de España». Miñones recordó que los mir son personal en formación, y que «a ninguén se lle podería pasar pola cabeza que os alumnos pasen a exercer o traballo para o que precisamente se están formando, e ademais sen a debida supervisión». 

Según las instrucciones remitidas a las gerencias, los residentes que acepten cubrir las ausencias de médicos de familia y pediatras en centros de salud tendrán una contraprestación económica de 2.037 euros al mes —o la parte proporcional— si atienden una consulta ordinaria en un centro de salud; 216,92 euros por cuatro horas de prolongación de jornada y, en el caso de hacer guardias, cobrarán 41,93 euros más que un mir por siete horas; 101,83 si la guardia es de 17 horas y 143,76 en el caso de ser de 24.