Las consecuencias que dejará esta primavera en Vigo

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

CEDIDA

Las obras en el Lagares favorecen la reproducción de especies invasoras

23 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Se cuenta que hace un tiempo, en una comunidad autónoma cercana, quisieron erradicar una especie invasora; concretamente la cortaderia o herba da pampa, aunque sin duda la conocerán como los plumeros. Dicha especie se extiende justamente por las miles de semillas de esos plumeros que el aire puede dispersar hasta 30 kilómetros a la redonda. Pues bien, en aquella comunidad cortaron la cortaderia, valga la redundancia, y acto seguido cargaron sus plumeros y ramas en un camión… abierto, y atravesaron alegremente la comunidad dispersando las semillas urbi et orbi.

En una sola mañana convirtieron un problema en una catástrofe. Seguro que piensan que es complicado hacerlo peor, e incluso produce vergüenza ajena semejante metedura de pata. Aunque afortunadamente pensemos que se trata de algo excepcional. Pero no nos precipitemos con el optimismo. Viajamos ahora en el tiempo y el espacio a la actualidad y al río Lagares. Como saben, desde hace algo más de un año se están realizando las labores de construcción del paseo a lo largo del río que, como no puede ser de otra forma, será una maravilla única en el mundo.

El caso es que —además de ser unas obras varias veces denunciadas por incumplir los períodos de cría y floración de fauna y flora (en los que según la Consellería de medio ambiente no se pueden hacer esas obras) y alterar la vegetación de ribera (hábitat de especial conservación a nivel europeo) en zonas donde contamos con especies protegidas y un largo etc.— en el tramo próximo a las calles Severino Covas y Coutada Nova, un poco más arriba del Pozo da Serpe, existen dos especies que no deberían estar allí, pues se trata de plantas exóticas invasoras.

Concretamente se trata de la tradescantia (Tradescantia fluminensis) y la campaíña (Ipomoea indica). Ambas especies han encontrado una eficaz forma de expandir su invasión, pues la primera es una planta rastrera que tapiza el suelo y la segunda es una trepadora que conquista las alturas apoyándose y ahogando a la vegetación autóctona. De ambas especies hablamos alguna vez en detalle. Pero su manera más eficaz de extenderse es su reproducción vegetativa; que viene siendo la reproducción por medio de tallos enraizantes que se fragmentan y dispersan, pues en sus zonas no nativas no producen semillas viables.

Es decir, que de cada trocito que se corte del tallo o cualquier parte de esas plantas puede salir un nuevo ejemplar. Esto del crecimiento vegetativo tiene especial importancia por lo que viene a continuación. Volvemos a las obras del paseo del Lagares. Imagínense a unos operarios aplicándose a fondo con las desbrozadoras, y por lo tanto fragmentando la vegetación en miles de trocitos a la orilla del río y justo en esa zona cubierta de especies invasoras que es exactamente eso lo que necesitan para extenderse.

No deja de tener mérito conseguir, en apenas una jornada de trabajo, multiplicar por mil la potencial invasión de estas dos especies, tanto en su actual zona de asentamiento como en todas las que puedan colonizar todos esos miles de trocitos de sus tallos que el Lagares se llevó río abajo.

Cuando la próxima primavera veamos como esas especies invasoras aparecen con más intensidad donde ya existían, y comienzan a aparecer río abajo en tramos donde no estaban, recuerden esta feliz primavera del año 2024. Ironías aparte, ¿Es tan difícil informarse un poco antes de meter las desbrozadoras en un espacio natural? ¿Estas actuaciones no deberían estar supervisadas por las autoridades competentes?