Loreto Pérez, juez internacional de atletismo, formará parte en los Juegos de París del Comité de Apelación, la instancia definitiva a la que recurrir
22 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Loreto Pérez Román formará parte del tribunal supremo del atletismo mundial en los Juegos Olímpicos de París. La viguesa, experimentada jueza internacional, ejercerá en el Comité de Apelación, la última instancia a la que puede recurrir los atletas en caso de reclamación. Su cometido será ver todas las pruebas durante todos los días que dure el programa de atletismo y actuar si cualquier asunto termina en su jurisprudencia. El puesto no le será nuevo, porque el verano pasado tuvo el mismo cometido en el Mundial de Budapest.
Loreto es una habitual en citas de primer nivel. En la primavera pasada estuvo en las Bahamas en el Mundial de relevos, también vivió el Mundial de pista cubierta de Belgrado, estuvo en la Universiada de China y tiene una buena colección de citas internacionales en categorías de formación. Le faltaban unos Juegos y no esconde que estar en París es una ilusión de las grandes. «Para cualquier deportista, sea practicándolo o como oficial, los Juegos son lo máximo a lo que se puede aspirar. Yo practico el atletismo a nivel amateur y a nivel juzgamiento, no soy tan amateur y ya llevo muchos años. Para mí es una ilusión», comenta.
La viguesa explica de un modo didáctico la hoja de ruta de las reclamaciones. «Si hay cualquier incidente o pasa cualquier cosa y hay que tomar una decisión, en primera instancia la tomaría el juez árbitro al que le estuviera asignada esa prueba; si los atletas no están de acuerdo, pueden presentar una reclamación al juez árbitro, pero si la desestima o toma una decisión que afecte a otro atleta y ese atleta no esté de acuerdo, siempre tiene el recurso de presentar una apelación, es el último recurso». Ahí entraría ella en danza. «Normalmente, somos cinco personas (dos oficiales, como es su caso, y tres miembros del consejo que van rotando) las que formamos parte de ese jurado. Consideramos todas las pruebas que puede haber disponibles, tanto testimonios de jueces y atletas como imágenes disponibles de vídeo oficial o personales. Tenemos en cuenta la reglamentación, tanto la general como la particular, de esa prueba y tomamos una decisión que ya es inapelable», sentencia. En caso de que la reclamación fuera de la delegación española, debería inhibirse.
Ese cometido, a diferencia de otras ocasiones, le impide estar en la pista, pero todo tiene sus ventajas e inconvenientes. «No voy a estar en la pista, pero sí viendo toda la competición desde la grada. Tenemos que estar pendientes de todo, observándolo todo y viendo cualquier incidente que pueda dar lugar a una posterior reclamación a Apelación. Será estar siempre pendiente de la competición, pero con la ventaja de que puedes verlo todo, porque cuando estamos trabajando en la pista, normalmente estamos centrados en la prueba que nos toca y del resto no nos enteramos. Te aíslas de lo demás».
En caso de poder elegir pista o Apelación, Pérez Román no tiene clara cuál sería su apuesta: «Son cosas diferentes. Estoy contenta con el puesto que me ha tocado, pero es estar disponible durante toda la competición y si te toca en la pista, tienes algunas horas más libres», indica.
Su cometido en París no exige una preparación específica, pero sí conocer a fondo todo el reglamento y estar atenta a cualquier cambio que se vaya produciendo. «La mayoría de la gente que estamos ahí estamos en activo en la competiciones en nuestros países y siempre nos mantenemos al tanto de la reglamentación, que no se cambia todos los días, pero tiene modificaciones cada equis meses. Es estar simplemente atento».
Piensa la viguesa que su experiencia de hace un año le puede ayudar en la cita de París. «Tuve que desarrollar esta función el verano pasado en el Mundial de Budapest y me gustó. Cuando tienes que tomar una decisión, es mucha responsabilidad, pero no tengo mucho problema con eso», asegura. Lo más importante es mirar todos los vídeos «con mucho detalle para ver si realmente tiene razón o no quien está apelando», indica. Ella, metódica y enamorada de su deporte, no perderá detalle desde su atalaya.