La real (y artesana) fábrica de las arpas celtas

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La lutier e intérprete Lorena Reinaldo aprendió al lado del ex Milladoiro Rodrigo Romaní a tocar este instrumento que además sabe construir, como toda la familia musical de la cuerda pulsada

25 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No está empíricamente demostrado que llamarse Lorena te lleve a ser una crac del arpa celta como Lorena McKennit. El nombre no imprime carácter. Eso piensa Lorena Reinaldo, una figura del mismo instrumento que supera a la canadiense en que la gallega se puede construir sus propios instrumentos y los que le encarguen en su taller.

«Un arpa es como un piano puesto en vertical», compara en una de las mejores y más plásticas definiciones que estas orejas han escuchado nunca antes sobre aparatos que requieren una compleja independencia de cada mano. Eso también la conecta en cierto modo con la estrella de la New Age céltica que, además de cantar, toca todo lo que se le ponga por delante mientras tenga teclas.

Lo cierto es que a Lorena, ourensana del 78 afincada en el municipio de Soutomaior, nunca se le había pasado por la cabeza que el arpa iba a ser el eje de su vida hasta que con 20 años escuchó los acordes de un tema de Milladoiro donde tocaba Rodrigo Romaní. Eso la llevó a acercarse a la Escola Municipal de Artes e Oficios de Vigo (EMAO). «Estaba en terceiro de BUP, preparándome para COU sen saber nin que carreira quería facer. Nada me gustaba», admite.

La lutier recuerda que empezó matriculándose en clases de arpa céltica que impartía el entonces miembro de Milladoiro, «pero tamén descubrín que dúas plantas máis arriba tiñan obradoiros de lutería antiga onde podías construír as arpas e un montón de instrumentos máis», cuenta.

Lorena se puso manos a la obra y lo primero que creó con sus manos fue una réplica de un arpa medieval irlandesa que se conoce como Reina María de Escocia, un trabajo artesanal muy complejo por el tipo de talla y grabados, que lleva cuerdas de acero y se toca con las uñas en vez de con la yema de los dedos. La siguiente que hizo en el aula fue un arpa grande de 34 cuerdas para poder tocar. «En aquel momento no era viable comprarme una», reconoce.

Acabados ambos estudios, para completar su formación con la madera, se matriculó en un ciclo de diseño de muebles con el que aprendió el uso de otras herramientas útiles para su objetivo.

Desde entonces combina ambos quehaceres: tocar el arpa y construir todo tipo de piezas para hacer música de cuerda pulsada además del suyo (bouzouki, guitarras acústicas y clásicas, mandolinas e incluso un arpa céltica eléctrica, sin caja de resonancia, que no requiere un sistema de amplificación aparte), y excluye a la familia de los violines, que son de cuerda frotada.

Su vinculación con Artes e Oficios continuó, ya que fue una de las integrantes de la formación fundacional de la Orquesta Folk SonDeSeu, a la que perteneció durante una década.

Actualmente, Lorena Reinaldo forma parte de varios proyectos: el cuarteto femenino de arpas Lulavai; la formación de arpa y dos guitarras clásicas Mil Atallos, y el dúo experimental Medias Rotas-Atravesadas con la poeta Andrea Costas, que ejecuta performances con su banda sonora.

Como lutier, Lorena Reinaldo está considerada una de las mejores especialistas en este instrumento que apoya el peso de su historia sobre uno de los hombros de sus ejecutantes. En Galicia está la mayor parte de su clientela, pero también recibe encargos de otras partes de España y Portugal.

Lorena Reinaldo se considera muy afortunada en sus dos vertientes. «Todo forma parte do meu traballo e cada cousa ten o seu encanto, o taller é bonito e cómodo e o escenario ten un punto moi gratificante, se complementan», valora la lutier que, como advierte, su formación en Artes e Oficios le sirvió de base para arrancar, «pero non chega, detrás hai un longo traballo de investigación», asegura.

El arpa clásica es un mundo aparte. Es muy difícil hacerla artesanalmente. Asegura que es mucho más compleja su construcción y en cuanto al sonido, es semejante, tiene más octavas, «é parecido pero non é igual», puntualiza la exalumna del maestro Rodrigo Romaní y antigua componente de la Orquestra Folk SonDeSeu.

 

«Hai canteira»

En el centro vigués donde aprendió Lorena Reinaldo Luthería Antigua hace años que se cerró de forma abrupta. Los alumnos se quedaron sin clases de un curso para otro y con los instrumentos a medio construir. A pesar de circunstancias como la que tuvo lugar en la EMAO, afirma que hay un repunte en el interés por este tipo de instrumentos. Recuerda además la creación de la primera asociación gallega de constructores de instrumentos musicales, llamada Labra, o la puesta en marcha de un festival de arpa en Noia impulsada por su maestro. «Non ten moita visibilidade pero detéctase certo impulso», y menciona la escuela municipal de Mos, que acaba de añadir este instrumento. «Hai canteira», asegura.