Pepe Iglesias abrió su proyecto comercial a punto de jubilarse, tras trabajar desde los 14 en el grupo textil Cividanes; hoy tiene 93 y su familia está al frente de las dos tiendas de moda masculina Iván Cross
27 sep 2024 . Actualizado a las 13:30 h.Con 60 años, el vigués José Iglesias, en vez de pensar en la jubilación y en lo poco que le quedaba para retirarse a descansar, hizo lo contrario que la mayoría. Después de toda una vida trabajando desde que era casi un niño (tenía 14 años al empezar su vida laboral en Cividanes donde terminó siendo director gerente), cuando entró en quiebra la empresa, un emporio que llegó a tener fábricas con más de 200 empleados y sucursales por medio país, él no se rindió. En vez de ir pensando ya en los viajes a Benidorm, decidió emprender otro negocio por su cuenta. «Fue el 9 de mayo de 1991 cuando abrió la primera tienda Iván Cross», recuerda por él su hijo Iván.
José (todos le llaman Pepe) tiene ahora 93 años y hasta que irrumpió el covid y el fallecimiento de su esposa, María, seguía yendo cada día, mañana y tarde, a la tienda que puso en pie con el esfuerzo de toda una familia arropando una empresa volcada en el comercio especializado en el sector textil y en concreto, en moda para hombres. Eran tiempos en los que no había fast fashion ni fast food y sí un gusto por los tejidos de calidad, la manufactura perfecta y la larga duración de las prendas como una cualidad, nunca un defecto.
Esa perfección sigue guiando el proyecto que ahora dirige su hijo, que cuenta y no hace falta que lo jure, que su padre «siempre fue una persona muy emprendedora» y aquel proyecto tardío que inició en Vigo con el nombre de Iván Cross, tenía un motivo: «Lo hizo, en principio, para dar salida a una mercancía, porque mi hermano mayor en aquella época tenía una fábrica de camisas en Vigo que se llamaba Noveltán y unos pantalones de una fábrica de Pontevedra», relata. De la tienda que abrieron en la calle Álvaro Cunqueiro se iba a encargar una de sus hermanas y un empleado, Edmundo, que también venía de Cividanes. «Pero se empezó a vender todo muy bien y continuamos con la tienda» porque Pepe (va espóiler), no se quiso jubilar nunca.
«Cuando abrieron la tienda yo estaba en el colegio con 14 o 15 años, pero es algo que siempre me ha gustado, he crecido rodeado de ese ambiente y se me ha inculcado una formación en el sector. Por ejemplo, me iba con él a la feria Pitti Uomo de Florencia, que es el evento profesional en moda masculina más importante de Europa», explica. Y aunque Iván Fernández empezó a cursar estudios de Derecho, termina tomando las riendas del negocio cuando su hermana decide «que no quiere continuar, que no le gusta», cuenta. «Pero a mí no me costó», ya lo llevaba en el ADN, afirma añadiendo que quizás si le hubiera pillado en estos tiempos aquel dilema, se hubiera atrevido a formarse como diseñador, «pero en aquel momento no lo veía como una opción clara para ganarme la vida», reconoce.
Mientras tanto Pepe, su padre, con 70 y pico años, se negaba a convertirse en jubilado. «Quería seguir, así que entré yo en la tienda Iván Cross de Cunqueiro, con él y con Edmundo; y en el 2007, como siempre fuimos especialistas en sastrería, decidimos montar otra tienda, esta vez en la calle Zaragoza, que es Iván Cross Ceremonia, donde estoy yo ahora». Su progenitor continuó y se incorpora otro miembro de la familia, su sobrina Iria, para hacerse cargo de la primera tienda, la que se dedica a las tendencias más sport.
Iván Iglesias preside la Federación de Comercio de Pontevedra y además es el presidente de Aetravi, la asociación de comerciantes del barrio de As Travesas. El profesional de 48 años está seguro de que hay futuro para el comercio de cercanía y no augura buenos tiempos para los centros comerciales. «Solo hay que ver cómo están los que tenemos en Vigo, cómo van cayendo uno tras otro en las grandes ciudades, y recordar que en Estados Unidos, donde inventaron esa fórmula, están en decadencia absoluta, son cadáveres», argumenta.
Para el experto en moda masculina, hay tres patas fundamentales sobre las que siempre se apoyará el éxito del pequeño comercio, y son la especialización, el trato personal y la exclusividad, tener marcas, tejidos y prendas que no puedes conseguir en cualquier sitio. La moda para hombres ha registrado muchas menos revoluciones que la femenina, los italianos siguen siendo los que ocupan el trono de la elegancia y aunque las tendencias se afianzan de forma lenta, augura un lento adiós para los pantalones híper estrechos que hará feliz a mucho gemelo oprimido.