Sus llamativos videoclips, coreografías y «looks» disparan su popularidad
16 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Recorrer más de seis mil o quince mil kilómetros para ver a tu grupo favorito parece algo sacado de las películas. Sin embargo, el filme es real. Hay quien ha viajado desde Florida hasta Combarro y desde Australia hasta Fisterra para ver a un grupo de Vigo. La banda Broken Peach, formada por siete miembros, ha conseguido levantar pasiones más allá de las fronteras gallegas, españolas e incluso europeas. Lara, Rubén, Pepo, Julián, Erika, Lewis y Sela son los artífices de este proyecto que acumula más de diez años de trayectoria.
Hace tan solo dos semanas que publicaron en YouTube el videoclip más aclamado por sus seguidores, el de Halloween, y ya alcanza más de un millón de reproducciones.
En su garaje, escondido en unas galerías de las ciudad que a veces hace de local de ensayo y sala de reuniones y otras les sirve como estudio para grabar su primer disco, no les cabe más material, el mismo que se llevan a cuestas cada vez que toca coger carretera y hacer lo que mejor se les da, ser artistas. En una de las paredes, a modo de cuadro decorativo, lucen la placa de Youtube de 100.000 suscriptores, aunque ya sobrepasan los 300.000. «Todo empezó con una banda de chicas, pero de manera orgánica unos llegaron y otros se fueron hasta conseguir el grupo de ahora», explica Lara.
«Nos contrataron para hacer ocho bolos en el Centro Comercial A Laxe y nos dimos cuenta de que lo que hacíamos gustaba», cuenta Pepo.
El grupo, que comenzó haciendo covers de canciones famosas y míticas, llamaba la atención por sus extravagantes looks, sus coreografías y su originalidad. «Somos muy fans de la estética de Tim Burton y por eso también el especial de Halloween es el que más ilusión nos hace».
Estas cuatro mujeres y tres hombres se fueron encontrando en el camino, casi por casualidad. «Yo los contraté para mi boda y aquí estoy ahora», cuenta Julián, que ese día especial dio el sí quiero por partida doble y ahora forma parte del singular grupo.
Las versiones fueron una forma de enganchar a un público que cada vez fue ganando más adeptos. «Empezamos como todos, cantando en eventos privados como bodas o cenas», explica Lewis. Sin embargo, cuando comenzaron a dar bolos públicos, «nos dimos cuenta de que había gente que se desplazaba para vernos a nosotros», cuenta Erika.
Poco a poco fueron aumentando el número de conciertos que daban cada año, y lo que empezó con treinta en doce meses, alcanzó la cifra de 140 en el año 2019. «Ese año fue una locura». Sin embargo, este no se queda atrás. En junio sacaron su primer álbum, Welcome to Brokeland, en dos versiones, una en inglés y otra en castellano. «Comenzamos con covers y seguimos haciéndolo porque es la manera de que la gente te escuche y se enganche», explica Rubén. Sin embargo, aseguran que el disco es un proyecto que estaban deseando llevar a cabo. «Estamos muy contentos con el resultado».
Como artistas independientes, todo lo que han hecho ha nacido de sus propias ideas, por eso, este año el 30 de octubre ha estado marcado en el calendario de una forma especial. «Hicimos un streaming para todos los países recordando los diez años que llevamos haciendo el show de esta fiesta».
Pero, ¿por qué vender entradas para el público estadounidense, británico o incluso australiano? «Nosotros al principio también nos sorprendíamos pero la mayoría de nuestros seguidores son anglosajones, principalmente estadounidenses». Es por eso, que en los miles de comentarios que acumulan sus vídeos el idioma predominante es el inglés.
«Muchas veces hacemos vídeos hablando a cámara en inglés y a la gente de aquí le choca, pero si ves nuestras cifras la mayoría son extranjeras», cuentan. Las pasiones que levantan fuera del país les han llevado a actuar dos veces en ciudades como Frankfurt. «Fuimos en el año 2019 a un festival representando a Galicia y nos volvieron a llamar para actuar de nuevo en el 2023».
Por eso, su gran ilusión y reto a corto plazo es tocar en Londres el año que viene. «Con más o con menos personas lo vamos a hacer y yo creo que va a ir bien», cuenta Pepo. Sin embargo, tienen claro cuál es la gran meta: «Hacer una gira por Estados Unidos». «Parece una broma, pero muchas veces nos hablan y nos dicen que no encuentran en la web una fecha en Wisconsin, por ejemplo», cuenta Lewis.
En este camino le has acompañado un amigo sin el que reconocen que no habrían alcanzado el nivel que tienen. Hace unos años que cuentan con la ayuda del técnico celanovés Rubén Kao, con el que han dado un salto de calidad que hasta el público ha notado. «Sabe de todo y vale para todo, luces, cámaras, equipo, ideas. Le estamos muy agradecidos porque siempre ha apostado por nosotros».
Broken Peach construye su arte con sus propias manos, desde el primer paso hasta el último. La ropa, los bailes, los arreglos, las canciones propias y el contenido para redes nace de las cabezas, manos, instrumentos y voces de estos siete amigos, que ya se han convertido en una familia. Una de muchos artistas.