Piden el pago de 3 millones a un conductor que iba drogado en Vigo y dejó a un peatón inválido de por vida

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo de la Cidade da Xustiza de Vigo
Imagen de archivo de la Cidade da Xustiza de Vigo M.MORALEJO

El acusado, que tampoco tenía carné y afronta 3 años de cárcel, dio positivo en morfina, codeína, anfetaminas, cocaína y THC

04 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía pide que un conductor sin carné que consumió cinco drogas y que circulaba a 78 km/h por un calle de Vigo limitada a 40 pague 3 millones de euros de indemnización a un peatón al que atropelló y lo dejó inválido de por vida tras lanzarlo a casi 40 metros de distancia por el aire. El juicio por un delito de lesiones imprudentes se iba a celebrar el día 5 en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo pero se suspendió. Afronta tres años de cárcel y cuatro sin carné. Ya había perdido todos los puntos. El acusado dio positivo en morfina, codeína, anfetaminas, cocaína y THC.

El atropello fue al filo de las ocho de la tarde del 8 de febrero del 2022 en la avenida de Ramón Nieto, entre Lavadores y Cabral. Según el fiscal, el implicado circulaba en un Volkswagen Golf con sus facultades mermadas por el consumo de drogas y no se percató de que, en ese momento, cruzaban la avenida unos peatones por un paso de cebra. Un viandante avisó a la víctima de que tuviese cuidado pero ya no le dio tiempo a esquivar el coche. Debido al impacto, fue lanzada a 35,9 metros de distancia. Ingresó en la uci y fue conectado a ventilación mecánica. Fue sometido a una intervención quirúrgica para fijarle la rodilla, le colocaron un catéter en el tórax, le hicieron cirugía plástica para ponerle injertos en las piernas.

Tras ser dado de alta, fue remitido al Instituto de Neurorrehabilitación Quirónsalud. Sufrió epilepsia. Necesitó 447 días de tratamiento y perdió su autonomía personal para hacer todas las actividades esenciales de la vida. Sufrió un politraumatismo con lesiones en la cara y el sacro, fracturas en varias vértebras, rotura de tibia, daños en el hígado y heridas en la mano. Como secuelas, desarrolló una epilepsia, úlcera por presión sacra e infección respiratoria. Su daño neuropsíquico le mantiene en estado de mínima conciencia. Come con sonda.