Fallece Carmen Rial, vecina de las islas Cíes: «Allí se encontraba bien, cuando volvía a tierra siempre le dolía algo»
VIGO
En el 1978 acogió en su casa a náufragos del congelador Marbel. En el archipiélago crio a sus cinco hijas y regentaba el bar Begoña
28 dic 2024 . Actualizado a las 01:19 h.«Carmen Rial se fue a las islas Cíes al día siguiente de casarse el 8 de agosto de 1964», recuerda el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, que estas Fiestas despide a su vecina «de adopción» fallecida a los 79 años. Su matrimonio con Benedicto Sotelo también le hizo apasionarse del archipiélago vigués, donde estableció su trayectoria vital y crio a sus cinco hijas Duli, Raquel, Belén, Begoña y Mónica. Durante años, las islas fueron su hogar, hasta que a finales del siglo pasado regresó a Vigo aunque sin perder la costumbre de cruzar la ría cada verano «para recordar su juventud y sus años más felices».
Nacida en el 1945, Carmen Rial se trasladó a las Cíes con 19 años. Se había casado con el vigilante del Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona) y en el archipiélago establecieron el hogar familiar. En el 1978, su casa de piedra fue el refugio de náufragos del Marbel, el congelador que se quedó sin máquina a la altura de cabo Silleiro y finalmente acabó hundido al oeste de Monteagudo. En el accidente perdieron la vida 27 trabajadores del mar y esta vecina «fue una de las primeras personas en conocer el alcande de la tragedia al recibir a un superviviente ensangrentado que relató lo sucedido», explica el Parque Nacional.
Para reflejar el vínculo que Carmen estableció con las Cíes, quienes la conocieron recuerdan que, «cuando volvía a tierra, siempre le dolía algo... y pronto se le pasaba al volver a su isla». En el bajo de su vivienda, ella mantenía abierto durante el verano el bar Begoña para atender a marineros, trabajadores del faro y personal del Icona. Además, dio de comer a algunos de los primeros veraneantes del archipiélago, antes de que se convirtiese en un destino turístico de referencia en el noroeste peninsular.
El local que Carmen convirtió en punto de encuentro en la isla de Faro «había sido autorizado por el gobernador civil de la provincia de Pontevedra pensando en ofrecer un mejor servicio a visitantes y personal que estaba en la isla», recuerda el Parque Nacional. Con el paso de los años, sus hijas acabaron asumiendo el legado de sus padres manteniendo la vivienda familiar y el negocio hasta hoy en día. Se trata de una pintoresca construcción de piedra donde sirven bebidas y bocadillos en la que los clientes pueden disfrutar de su amplio jardín con terraza y vistas a este paisaje natural.
El funeral de María del Carmen Rial Garrido se celebrará mañana sábado en la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Camos. Hasta entonces el velatorio tiene lugar en la sala siete del tanatorio VigoMemorial.